El Fondo Monetario Internacional prevé que una recesión más profunda de lo esperado en Argentina y un crecimiento más lento en Brasil afectarán la evolución económica de América Latina este año y el próximo.
La región crecerá un 1,2 por ciento en 2018 y un 2,2 por ciento en 2019, según el análisis World Economic Outlook (Perspectiva económica mundial) del FMI publicado el martes en Bali, donde el Fondo celebra su reunión semestral esta semana. Ambas estimaciones son un 0,4 punto porcentual más baja que las previsiones anteriores de julio. El producto interno bruto de América Latina creció 1,3 por ciento en 2017.
Unas condiciones financieras mundiales más difíciles están afectando la economía de América Latina, que, según las proyecciones, podría ser la más débil de los mercados emergentes este año. El rendimiento de Argentina está frenando aún más el crecimiento de la región, que el FMI revisó a una contracción del 2,6 por ciento este año y 1,6 por ciento en 2019. Estas cifras son peores que el pronóstico oficial del país de caídas del PIB de 2,4 por ciento y 0,5 por ciento este año y el próximo, respectivamente.
Entre los factores que perjudican la economía argentina se encuentran una sequía que redujo la producción agrícola, un escándalo de corrupción, mayores costes de endeudamiento y una "persistente incertidumbre sobre el éxito del plan de estabilización" al que está asociado el plan de rescate del FMI, dijo el Fondo en su informe.
En Brasil, una huelga de camioneros a nivel nacional que paralizó la economía en mayo es la razón principal de la revisión negativa del PIB de este año. Si bien la tasa de referencia de Brasil se mantiene en un mínimo histórico, las condiciones de financiación externa más estrictas suponen un riesgo, advirtió el FMI. La política monetaria debería seguir siendo "acomodaticia" dado el alto desempleo, agregó la institución, y señaló que el crédito bancario sigue rezagado, especialmente para las empresas no financieras.
El FMI también redujo su proyección de crecimiento en 2018 para México, al 2,2 por ciento desde el 2,3 por ciento.