Si bien tanto Joe Biden como Donald Trump apoyan la implementación de vehículos eléctricos, una victoria de Joe Biden podría traer cambios que acelerarían significativamente la adopción de automóviles y camiones fabricados por empresas como Tesla Inc. y Nikola Corp.
La mayoría de expertos en transporte visualizan un futuro en el que los automóviles eléctricos dominarán en los viajes por tierra. El resultado de las elecciones podría determinar si tardaremos una década en llegar allí o mucho más.
El plan de Biden para la industria incluye la construcción de más de medio millón de estaciones de carga para 2030, la restauración del crédito fiscal total para vehículos eléctricos y la institución de regulaciones más estrictas que fomentarían el uso de automóviles eléctricos. Se espera que el presidente Donald Trump mantenga el status quo, que ha incluido la flexibilización de los estándares de emisión de combustible y un plan para construir un número menor de instalaciones de carga.
“Una victoria de Biden, junto con un Senado demócrata, podría cambiar potencialmente la trayectoria de la adopción de vehículos eléctricos durante años mientras revierte parte del daño infligido por la Administración actual”, dijo un equipo de analistas de Bloomberg New Energy Finance dirigido por Aleksandra O’Donovan, en un informe publicado la semana pasada.
Sostienen que la victoria de Biden podría ser positiva para los vehículos eléctricos
La diferencia más crucial entre los candidatos con respecto a la industria de vehículos eléctricos es su posición sobre los estándares de ahorro de combustible. La administración Trump suavizó las metas de la era de Obama y ofrece poco apoyo para los vehículos eléctricos, y pide que 5% de las ventas de automóviles en Estados Unidos sean eléctricas en cualquier año entre 2022 y 2026, según BloombergNEF. Según las reglas más estrictas propuestas por Biden, la participación de vehículos eléctricos en las ventas de vehículos de pasajeros tendría que alcanzar al menos el 25% para 2026, y las ventas de automóviles eléctricos alcanzarían los 4 millones por año.
“Puede que los vehículos eléctricos sean el futuro, pero el ritmo al que eso sucede podría cambiar mucho”, dijo Joseph Osha, analista de JMP Securities, en una entrevista. También hay un “lenguaje mucho más ambicioso” en la campaña de Biden sobre el fomento de temas específicos como la cadena de suministro de vehículos eléctricos, la descarbonización y las líneas eléctricas de largo alcance, dijo Osha.
Tesla, con sede en Palo Alto, California, como líder en la carrera de vehículos eléctricos, será un beneficiario obvio de cualquier gran cambio de política en el sector que impulse una adopción más rápida de los automóviles eléctricos. Sin embargo, emprendimientos como Nikola, Workhorse Group Inc., Lordstown Motors Corp. y Nio Inc. de China, cuyas acciones cotizadas en Estados Unidos ya se han disparado en los últimos meses, también tienen mucho que ganar.
Tesla sería un beneficiario obvio de cualquier cambio a favor de esta tecnología
Los proveedores de estas empresas también podrían beneficiarse de una presidencia de Biden. Fabricantes de baterías como LG Chem Ltd., Panasonic Corp. y Contemporary Amperex Technology Co., así como las empresas de baterías metálicas Albemarle Corp., Livent Corp., Lithium Americas Corp., Sociedad Química y Minera de Chile SA y Tianqi Lithium Corp., podrían recibir un gran impulso con una victoria demócrata. De hecho, a principios de este mes, la campaña de Biden dijo en privado a mineros estadounidenses que apoyaría impulsar la producción nacional de metales utilizados para fabricar vehículos eléctricos y paneles solares, según un informe de Reuters.
Las acciones de litio y baterías han tenido un desempeño significativamente inferior al de las acciones de compañías automotrices este año, lo que sugiere que tienen el potencial de obtener mayores ganancias para los inversionistas una vez que se anuncie una política decisiva.