El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se unió al debate sobre la estrategia de Elon Musk de atacar todo lo que está a su paso para reabrir la única planta de Tesla Inc. en EE.UU., horas después de que el director ejecutivo agradeciera a los empleados que se arriesgaron a ser arrestados por desafiar una orden del condado.
Musk, de 48 años, dijo el lunes que Tesla estaba reiniciando la producción en su planta en Fremont, California, desobedeciendo a los funcionarios del condado que ordenaron que la compañía permaneciera cerrada. El martes, cuando se le preguntó en Twitter cómo fue el día en la fábrica, Musk respondió: “Excelente.”
“Solo quería enviarles una nota de agradecimiento por trabajar duro para que Tesla tenga éxito”, escribió Musk en un correo electrónico a los empleados visto por Bloomberg News. “¡Es genial ver que la fábrica vuelve a la vida y ustedes lo están haciendo realidad!”
Para terminar, en sus tweets afirmó que si Tesla trasladara su sede y futuros programas a Nevada o Texas, el presidente ejecutivo tendría que desarraigar a muchos de los aproximadamente 20.000 empleados que el fabricante de automóviles eléctricos tiene en el área de la Bahía de San Francisco. Alrededor de la mitad del personal de la compañía trabaja en la fábrica. Musk escribió el sábado que Tesla decidiría si seguir fabricando en Fremont en función de cómo se trate a Tesla en el futuro.
Las acciones de Tesla subieron 3,2% poco después de la apertura de la negociación regular. La acción ha subido más de 90% en lo que va de año.
Musk, está enfrentando a los funcionarios de salud sobre las medidas para contener un virus que ha minimizado desde enero.
El director ejecutivo de Tesla afirmó que la COVID-19 no es una enfermedad tan viral, dijo que era “tonto” entrar en pánico y que las tasas teóricas de letalidad son exageradas.
El enfrentamiento con California representa el tenso debate que se desarrolla en los estados y condados de todo EE.UU. sobre la rapidez con la que se debe permitir la reapertura de las empresas.