Es probable que las empresas globales con una deuda neta récord de US$7,8 billones utilicen efectivo para pagar parte de ella a medida que la economía se desacelera y los costos de endeudamiento siguen siendo altos.
Esa es la visión que el administrador de activos Janus Henderson publicó en un informe que decía que el endeudamiento corporativo alcanzó un récord el año pasado después de que las empresas, excluyendo las financieras, asumieran US$456.000 millones netos en nueva deuda.
Se espera que el monto total de la deuda pendiente caiga casi un 2% este año, a US$7,65 billones, ya que las empresas buscan aliviar el impacto de la caída de las ganancias y las mayores tasas de interés.
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“Para las empresas que están considerando cómo dar forma a sus balances, las tasas más altas sin duda han comenzado a enfriar el apetito por los préstamos”, escribieron en el informe Michael Keough y James Briggs, gerentes de cartera de Janus Henderson. Las tasas más altas aún no están quitando una gran parte de las ganancias, debido al impacto retardado de las necesidades de refinanciamiento, pero esto fluirá en el futuro previsible, agregaron.
Algunas empresas ya han comenzado a pagar la deuda y Janus Henderson señaló que la decisión de hacerlo variará significativamente entre los diferentes sectores, y entre las empresas más fuertes y las más débiles. El informe mostró que las empresas de ocio y servicios públicos se destacaron por tener la razón deuda-capital más altos, de 241% y 145%, respectivamente.
Entre las regiones, la deuda neta ha estado creciendo más rápido en Norteamérica, que ha experimentado un aumento del 56%, a US$4,3 billones, desde 2016. El crecimiento de la deuda neta en Europa y el Reino Unido ha sido más lento, mientras que los niveles en los mercados emergentes y en Asia, excluyendo a Japón, han caído, mostró el informe.