Después de introducir un "impuesto al pecado" sobre el alcohol durante Año Nuevo, Catar ha cedido, aunque solo un poco. La tasa había elevado el precio de un paquete de 24 unidades de cerveza Heineken desde los US$53 a la suma de US$105.
Tras acaparar titulares en todo el mundo y provocar protestas en las redes sociales, la única tienda de bebidas alcohólicas en el país redujo sus precios el domingo. Los residentes de Catar ahora pueden comprar cerveza por aproximadamente US$92 la caja.
Al igual que la mayoría de los otros países del Golfo Pérsico ricos en petróleo, Catar limita las ventas de alcohol a extranjeros no musulmanes.
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Los expatriados necesitan el permiso de sus empleadores para obtener una licencia que les permita comprar en la tienda que vende bebidas alcohólicas y carne de cerdo, ubicada en las afueras de Doha, cerca del cementerio principal y un complejo eclesiástico.
La tienda de bebidas alcohólicas, oficialmente llamada Qatar Distribution Co., dijo que está "encantada de reducir el precio de venta al público". Una lista que acompañaba un comunicado a sus clientes mostraba precios ligeramente más bajos en general, y un impuesto del 100 por ciento.
