Uno de los mayores partidarios de las políticas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según este, es el máximo responsable no identificado de una empresa misteriosa.
"Estaba con una de las mejores compañías del mundo. El máximo ejecutivo. Hace muy poco tiempo. Y realmente lo afecta", dijo Trump en un mitin de campaña el 31 de julio en Tampa, en referencia a su controvertido uso de los aranceles. "Dijo: ’Sabe qué, esto afecta a nuestra compañía. Pero, señor presidente, siga así. Usted está haciendo lo correcto".
Trump no identificó a su partidario, y la Casa Blanca no quiere decir quién es. Los grupos comerciales que representan a las principales empresas y máximos ejecutivos de EE.UU. se han opuesto casi unánimemente al enfoque disruptivo de Trump para el comercio. Pero esa persona se ajusta a un modelo: una figura anónima, importante y poderosa, que invariablemente respalda la posición del presidente, según el propio Trump.
Estos personajes son comunes en los discursos de Trump, desafían el sentido común y aparecen para respaldar al presidente en temas como la reforma de las prisiones y la inmigración, además del comercio. En algunos casos, los relatos de Trump son refutados por las personas que parece describir. Detalles fundamentales cambian cuando repite las historias. La Casa Blanca no respondió a las solicitudes de comentarios.
Convictos
Una de las anécdotas favoritas del presidente involucra a un amigo que, según afirma Trump, contrató a un grupo de exconvictos. Los hechos de la historia han cambiado con cada relato.
Durante un evento en la Casa Blanca el 18 de mayo sobre la reforma del sistema penitenciario federal, Trump dijo: "Tengo un amigo; contrató a tres personas. Eran presos, gente muy dura. Puedo decirles que dos de los tres, me contó, son increíblemente sobresalientes".
Durante un discurso el 29 de junio en la Casa Blanca, Trump dijo: "Y hay un caballero en particular, contrató a diez presos, nunca antes lo había hecho". Y dijo, no diría que todos, pero siete de ellos son tan increíbles. No es un mal porcentaje".
El uso de validadores anónimos por parte de Trump es especialmente notable en su defensa de las políticas comerciales que han perjudicado a los agricultores y sacudido los mercados. En declaraciones a sus partidarios, el presidente suele hacer relatos dramáticos sobre sus negociaciones con líderes extranjeros anónimos y describe cómo ellos finalmente se doblegan a su voluntad.
Refutación europea
Un día antes de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, visitara la Casa Blanca el mes pasado, Trump indicó que sus duras políticas habían forzado a Europa a negociar.
"No querían cambiar. Dije: ‘OK. Bueno. Vamos a aplicar aranceles a sus autos’", dijo Trump a miles de veteranos en una conferencia el 24 de julio. "Ellos dijeron: ’¿Cuándo podemos reunirnos? ¿Cuándo podemos estar allí? ¿Mañana estaría bien?’".
Un funcionario europeo al tanto del asunto impugnó el relato de Trump y dijo que la reunión se realizó por acuerdo mutuo cuando Juncker y Trump se encontraron en el G-7 en Canadá. El funcionario no quiso ser nombrado públicamente corrigiendo al presidente.
