Los fanáticos del aguacate que esperan que los precios bajen de niveles históricos se van a decepcionar.
Se espera que los precios de la fruta, que figura en casi la mitad de los menús estadounidenses y se utiliza en preparaciones como tostadas, tacos y ensaladas, sigan en alza hasta que los agricultores mexicanos comiencen a cosechar en el verano. El precio de los aguacates Hass de Michoacán, centro de producción en el país latinoamericano, subió el miércoles cerca de 7% a un récord de 650 pesos por una caja de 10 kilogramos.
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El mercado registra este año su mayor incremento en al menos una década debido a la tensión comercial y fronteriza entre EE.UU. y México, el mayor productor mundial de aguacates y el proveedor número uno de su país vecino. El menor volumen cosechado en California también explica el avance.
"Es la escasez", comentó el productor de Michoacán Humberto Solórzano sobre el aumento de precios. "La temporada actual termina esta semana y la nueva comienza la próxima".
Además, los árboles de aguacate que están floreciendo dan señales poco alentadoras, explicó Solórzano, quien también es miembro fundador de AvoPrice, una plataforma que monitorea los precios en tiempo real. Sin un contrato de futuros, el mercado del aguacate puede ser relativamente opaco.
La oferta debiera permanecer más o menos ajustada hasta mediados de julio, según David Magaña, vicepresidente y analista sénior de Rabobank en California. "Veremos precios más altos durante las próximas dos o tres semanas", indicó por teléfono.
