Los ingresos por exportaciones de petróleo de la OPEP alcanzaron su nivel más alto en casi una década el año pasado, luego de que la guerra de Rusia contra Ucrania elevara los precios del crudo y los miembros clave aumentaran su producción.
Las 13 naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ganaron US$873.600 millones en 2022, un 54% más que el año anterior, según un informe dado a conocer el martes por la secretaría del grupo. Se trata de su mejor año desde 2014, cuando el auge del shale en Estados Unidos puso fin a un período de precios del petróleo históricamente altos.
El crudo se disparó el año pasado debido a que los flujos de energía de Rusia, que se unió al grupo en 2016 en una red más amplia conocida como OPEP+, se vieron interrumpidos por la reacción internacional contra su agresión militar. Los futuros del crudo Brent promediaron alrededor de US$99 por barril, el precio más alto desde 2014.
Mientras tanto, países de la OPEP como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos liberaron crudo para satisfacer la recuperación pospandemia en la demanda de combustible. La combinación de los aumentos de precios y una mayor producción impulsó las ganancias de todo el grupo.
La canasta de leyes del crudo que normalmente venden las naciones de la OPEP promedió poco más de US$100 por barril en 2022, mientras que las estimaciones de Bloomberg muestran que la producción de crudo de sus 13 Estados miembros fue de aproximadamente 29,2 millones de barriles por día. Las cifras de ingresos petroleros también incluyen las ventas de productos refinados.
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¿Qué hará este año la OPEP+?
Las ganancias de la OPEP alcanzaron un máximo de aproximadamente US$1,2 billones en 2012, justo cuando el uso de la fracturación hidráulica —también conocida como fracking— liberaba un caudal de petróleo de esquisto en estados desde Texas hasta Dakota del Norte, en EE.UU. La caída resultante del mercado llevó a los saudíes y a Rusia, que alguna vez fueron grandes rivales, a formar la coalición OPEP+ en 2016.
Las comparaciones de ingresos entre entonces y ahora se complican un poco por los cambios en la membresía de la OPEP. Países como Catar y Ecuador abandonaron el grupo, mientras que otros como Guinea Equatorial y Gabón se unieron.
Este año, la OPEP+ una vez más está comprometida a realizar recortes de producción para apuntalar los mercados de crudo, en medio de una decepcionante recuperación económica de China y un endurecimiento de las tasas de interés en EE.UU. y otros lugares que generan temores de una recesión. La semana pasada, los saudíes anunciaron que prolongarían hasta agosto un recorte de 1 millón de barriles por día adicionales, y Rusia se comprometió de nuevo a reducir las exportaciones.
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Sin embargo, las medidas no están logrando respaldar al mercado debido a que las perspectivas económicas se están debilitando y los suministros superan las expectativas de miembros de la OPEP+ como Irán, Venezuela y —a pesar de sus repetidas promesas de moderación— Rusia. El Brent se mantiene por debajo de los US$80 el barril, muy por debajo de los niveles que el reino aparentemente necesita para cubrir los gastos del Gobierno.