El presidente ruso Vladimir Putin mantuvo conversaciones en secreto con el fundador del grupo mercenario de Wagner, Yevgeny Prigozhin, y sus comandantes. El encuentro se dio en medio de rumores de que Prigozhin intentaría asesinar al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, para volver a ganarse la confianza de Putin.
La reunión fue reportada por primera vez por el periódico francés Liberation, el cual informó que Prigozhin se había reunido con Putin, el jefe de la Guardia Nacional, Viktor Zolotov, y el jefe de la Inteligencia Extranjera de SVR, Sergei Naryshkin. Si bien el medio indicó que las conversaciones tuvieron lugar el 1° de julio, este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aclaró que ocurrieron el 29 de junio, cinco días después del intento del motín abortado por parte del grupo paramilitar.
Prigozhin y Putin: vida secreta, millones y mansiones de dos enemigos que fueron cómplices
Peskov contó a los periodistas que el presidente ruso convocó a 35 personas, entre ellos "todos los comandantes y dirigentes" del grupo Wagner, y que la reunión duró "casi tres horas". Respecto a las temáticas abordadas, el portavoz explicó que se discutió sobre el motín armado que el grupo mercenario intentó montar contra los altos mandos del ejército, el cual es considerado ampliamente como el desafío más serio para Putin desde que llegó al poder el 31 de diciembre de 1999.
"Lo único que podemos decir es que el presidente dio su evaluación de las acciones de la compañía (de Wagner) en el frente durante la Operación Militar Especial (en Ucrania) y también dio su evaluación de los hechos del 24 de junio (el día del motín)", comentó ante los periodistas.
Sumado a esto, el líder del Kremlin "escuchó las explicaciones de los comandantes (de Wagner) y les propuso alternativas" para el futuro, añadió el vocero. "Los comandantes (de Wagner) dieron su versión de los hechos. Reiteraron ser partidarios incondicionales y soldados del jefe de Estado y comandante en jefe (Vladimir Putin) y dijeron estar dispuestos a seguir luchando por la patria", indicó.
La revelación de un encuentro entre Putin y Prigozhin se produce en medio de las versiones de que el jefe de Wagner tiene la misión de usar su fuerza armada para asesinar a Zelenski y "llevar su cabeza" al Kremlin. En ese sentido, el periodista y premio Nobel de la Paz Dmitri Muratov se refirió a la teoría en una entrevista al programa Zhivoy Gvozd de YouTube, donde afirmó que "creo que (Prigozhin) no puede pedir perdón (a Putin)".
Sin embargo, el Nobel aclaró que "él (Prigozhin) puede cometer alguna gran atrocidad en beneficio de Rusia". "Él puede tratar de organizar un intento de asesinato de Zelenski y traer la cabeza del presidente de Ucrania al Kremlin", sostuvo. Al respecto, explicó que se trataría de una estrategia para "quitar el sabor a lo que Putin llamó 'una puñalada en la espalda de Rusia'".
El motín fallido del grupo Wagner
La rebelión abortada de Wagner sacudió al gobierno ruso en medio del conflicto con Ucrania. Durante varias horas, los combatientes de este grupo ocuparon un cuartel general del ejército ruso en Rostov del Don (suroeste) y avanzaron cientos de kilómetros en dirección a Moscú. Putin calificó al hecho como una traición, lo comparó con la agitación en el período previo a la Revolución Rusa de 1917 y elogió a las tropas leales por evitar lo que dijo que podría haber sido una guerra civil.
La rebelión, que empezó el 23 de junio, terminó en la noche del día siguiente con un acuerdo para que Prigozhin se marchara a Bielorrusia, pero se desconoce su paradero exacto. En ese sentido, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, aseguró el jueves que el jefe del grupo Wagner aún estaba "en libertad" en Rusia, pese al acuerdo para enviarlo a Bielorrusia.
Las autoridades rusas habían iniciado un procedimiento judicial contra Prigozhin por "amotinamiento armado", pero lo abandonaron pocos días después. Por su parte, el destino de los combatientes de Wagner no es claro. Según Lukashenko, aún están en sus "campos permanentes" en el este de Ucrania. En esa línea, Putin había propuesto a los soldados del grupo paramilitar marcharse a Bielorrusia, sumarse al ejército regular ruso o regresar a la vida civil.
Prigozhin, quien no habló públicamente desde el 26 de junio, aseguró que su rebelión no buscaba derrocar el poder, sino salvar el grupo Wagner de un desmantelamiento del Estado Mayor ruso, al cual acusó durante meses de incompetencia en los combates en Ucrania.
Sus dos enemigos, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, sólo reaparecieron en público tras la fallida rebelión. En ese sentido, Gerasimov fue mostrado ordenando a sus subordinados que destruyan los sitios de misiles ucranianos en un video publicado este lunes, su primera aparición en público desde el intento de motín.
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