La matriz de Facebook, Meta Platforms Inc., está probando dar a los usuarios más control sobre la cantidad de publicaciones que ven de amigos y familiares, luego de las críticas de que sus redes sociales no logran detener la difusión de contenido ofensivo.
Los usuarios que participen en la prueba podrán hacer clic en “mostrar más” o “mostrar menos” para un perfil, página, grupo o tema específico, así como para ajustar los tipos de publicaciones que aparecen en sus feeds de noticias. Facebook también está experimentando hacer que los controles de usuario existentes, incluida la capacidad de marcar como favoritos, posponer o dejar de seguir cuentas, sean más fáciles de accesar.
Meta, con sede en Menlo Park, California, también brindará a más marcas la opción de evitar que sus anuncios se entreguen a los usuarios que vieron recientemente contenido sobre noticias, política y temas sociales.
El experimento de Meta de permitir que algunas personas ajusten su contenido podría ser una medida para aplacar a los críticos que dicen que la empresa ha priorizado el crecimiento sobre el bienestar de sus usuarios.
En 2018, Facebook hizo algunos cambios para mostrar a los usuarios lo que llamó publicaciones más “significativas” de amigos y familiares, en lugar de contenido de marcas y editores, con la intención de alentar a las personas a dedicar más tiempo a participar en la aplicación. Eso significó un impulso para las publicaciones alegres sobre recién nacidos y bodas, pero también para el contenido que provoca fuertes emociones negativas, como la desinformación y los mensajes de odio.
Las políticas de Meta sobre cómo lidiar con el contenido polarizado enfrentaron una renovada reacción a principios de este año, luego de que un consorcio de organizaciones de medios publicara una serie de historias críticas basadas en documentos internos revelados por la exgerente de productos de Facebook convertida en denunciante, Frances Haugen. Los documentos plantearon nuevas preguntas sobre cómo las aplicaciones de Meta, que también incluyen Instagram y WhatsApp, se han utilizado para avivar el odio, difundir información errónea y organizar el ataque del 6 de enero al Capitolio de EE.UU.