Traders y analistas del mercado conversan en desayuno semanal con Bloomberg News sobre la situación del mercado de Argentina y las claves principales que habrá que seguir en el corto plazo. Aquí lo más destacado.
Participan en este desayuno:
Emiliano Merenda, socio y director, Max ValoresJuan José Ciro, CFO, Banco CMFPaula Gándara, jefe de research y estrategia, AdCap Securities Argentina
Lo que ilusiona: ahora "sobra tasa"
En el plano local, se extiende la sensación de que el mercado empieza a creer en el plan monetario, y de que se ve especialmente atraído por las altas tasas de interés. Frente a esto, el Banco Central parece preferir ir más lento de lo que le permite el FMI. El organismo podría haber anunciado compras diarias de hasta USD150 millones para febrero (en lugar de USD75 millones, como finalmente comunicó) y hasta haber optado por acelerar aún más la baja de tasas en los últimos días de enero, sin grandes sobresaltos en el peso. Si no lo hizo hasta ahora, fue sólo por la decisión de extremar la prudencia para reconstruir credibilidad y evitar cambios de rumbo como en el pasado.
Lo que da confianza: la Fed es más que el BCRA
¿Argentina está mejor gracias a sus propios méritos? Lo que alienta el esforzado trabajo que realiza Gustavo Cañonero, el vicepresidente del BCRA que ejecuta el plan monetario, es el bálsamo "dovish" de Jerome Powell para aliviar el camino de los emergentes.
El cambio de mensaje que envió la Reserva Federal de esta semana sobre un ajuste más lento en su política monetaria va ser el principal factor del que se beneficiarán los activos argentinos en todo el 2019. Esto genera una base más sólida para un país altamente riesgoso (de alto beta), como Argentina, que necesita tiempo y condiciones a favor para resolver sus desequilibrios. Los activos con altas tasas se vuelven cada vez más atractivos y generan un flujo financiero adicional muy favorable para el país.
Lo que sorprende: hay amor con el dólar bajo
El tipo de cambio flota muy por debajo de la zona de no intervención.
El presidente del BCRA, Guido Sandleris, y Cañonero parecen estar satisfechos con esta evolución. Después de todo, es una máxima que incluye cualquier manual de campaña en Argentina: las elecciones se ganan con un peso apreciado.
Lo que no convence: febrero es un mes de alto riesgo
La rápida baja de tasa de política del BCRA de esta semana no fue un cambio de tendencia. Más bien tuvo que ver con factores puntuales o estacionales (el exceso de efectivo en bancos y el ingreso de dólares por la venta de la compañía Prisma) y un cambio en el contexto internacional. Nadie espera que se repita esta dinámica en las próximas semanas. Los indicadores muestran que aún hay un piso en la inflación de 2% mensual muy difícil de romper. Febrero es un mes en el que cae la demanda de dinero y que en muchos años generó complicaciones en el mercado cambiario. Frente a esto, el Banco Central deberá mantener la cautela.
Lo que asusta: el baldazo de realidad
La economía real trae novedades cada vez más preocupantes, y es esperable que en un mediano plazo empeore el desempleo en Argentina. El pesimismo en la sociedad está disociado del que se percibe en las mesas de dinero de agentes y bancos. Los indicadores de morosidad en el crédito se deterioran semana a semana y los bancos se retiran del financiamiento de las pymes.