Ford Motor Co. está intensificando sus críticas contra los aranceles a los metales de la administración Trump que la compañía ya ha dicho que redujeron en US$1.000 millones sus ganancias.
"Los costos del acero estadounidense son mayores que en cualquier otro lugar del mundo", señaló el lunes Joe Hinrichs, presidente de operaciones globales de Ford, en un evento que marca el inicio de la producción de la camioneta Ranger en una fábrica al oeste de Detroit. Añadió que Ford está conversando con la administración sobre los aranceles. “Les decimos que tenemos que tener costos competitivos en nuestro mercado para poder competir en todo el mundo".
El máximo ejecutivo de Ford, Jim Hackett, instó el mes pasado a la administración del presidente Donald Trump a resolver las disputas comerciales rápidamente, advirtiendo que de lo contrario harían "más daño” al segundo mayor fabricante de automóviles estadounidense. Señaló que la compañía sufrió un impacto de aproximadamente US$1.000 millones en las ganancias a pesar del hecho de que se abastece de la mayor parte de sus materiales en EE.UU.
La bobina laminada en caliente local –el precio de referencia para el acero de fabricación estadounidense– ha subido un 28 por ciento en 2018 desde que la administración Trump impuso aranceles a las importaciones. Los gravámenes ayudaron a impulsar el precio a alrededor de US$920 por tonelada este año, el nivel más alto en una década. El acero estadounidense actualmente cuesta US$150 más por tonelada que el acero en China, el mayor consumidor mundial, que representa más de la mitad de la demanda global.