El gobierno español decretó el retiro de los restos del dictador Francisco Franco de un mausoleo en las afueras de Madrid, cumpliendo una promesa hecha por el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, cuando asumió el cargo en junio.
El decreto fue aprobado este viernes y aún debe ser ratificado por el Parlamento. Los restos de Franco no se sacarán del Valle de los Caídos, a unos 54 kilómetros (34 millas) de Madrid, hasta que eso suceda.
El general de Ejército gobernó el país desde 1939 hasta su muerte en 1975 después de llevar a las fuerzas nacionalistas a la victoria en la Guerra Civil española en la que se estima que medio millón de personas perdieron la vida. El cuerpo del dictador fue enterrado en una basílica ubicada en la ladera de una montaña cerca del pueblo de El Escorial, debajo de una cruz de piedra gigante que para muchos españoles sigue siendo un símbolo de las divisiones del conflicto.
El monumento fue construido con el trabajo forzado de prisioneros políticos entre 1940 y 1958. Alberga los restos de 33.847 personas que fallecieron durante la guerra civil, según Patrimonio Nacional, la agencia encargada de administrar la propiedad. Los fallecidos pertenecían al vencedor ejército nacionalista de Franco y al bando republicano que perdió la guerra.
’Falta de respeto’. "Tener a las víctimas de ambos lados en el mismo lugar donde Franco continúa teniendo -de una manera totalmente inaceptable para una democracia moderna como la nuestra- una tumba estatal, es una falta de respeto y paz para las víctimas que están enterradas allí", dijo la vicepresidenta Carmen Calvo en una conferencia de prensa este viernes.
Alrededor del 41 por ciento de los españoles aprueba la idea de retirar a Franco del monumento en comparación con el 38,5 por ciento que está en contra, según una encuesta de Sigma Dos, llevada a cabo el mes pasado para el periódico de centro derecha El Mundo. Aunque la encuesta mostró una escasa mayoría a favor de exhumar a Franco, un 54 por ciento de los encuestados dijo que no creía que este fuera el momento adecuado para hacerlo, según la encuesta publicada el 15 de julio.
El conservador Partido Popular, el grupo más grande en el parlamento español, y los liberales de Ciudadanos, el cuarto más grande, dicen que no apoyan la iniciativa de Sánchez de sacar a Franco porque el gobierno debería tener otras prioridades más importantes.
El parlamento español aprobó en 2017 una propuesta socialista para exhumar a Franco del monumento, pero el voto simbólico no tenía fuerza legal.
Sánchez prometió retirar los restos de Franco del memorial cuando expuso sus argumentos en mayo para destituir a su predecesor, Mariano Rajoy, en la primera moción de censura exitosa del país en sus 40 años de vida democrática. El líder socialista formó una alianza de agrupaciones que incluyeron al partido anti-establishment Podemos, y grupos nacionalistas y separatistas de Cataluña y las regiones del País Vasco.
Cerca de 500.000 personas murieron en la Guerra Civil, según estimaciones que cita la Enciclopedia Británica.
A.S.