Durante la pandemia de coronavirus, Brasil padeció los niveles de hambre más altos que haya registrado, según un nuevo informe, que pone de relieve las agudas luchas que enfrentan los pobres antes de las elecciones en la economía más grande de América Latina.
La proporción de familias que no tuvieron de dinero para alimentos en algún momento en los 12 meses previos aumentó al 36% en 2021, frente al 30% de 2019, informó la Fundación Getúlio Vargas en una investigación publicada el miércoles. Se trata del nivel más alto de la serie iniciada en 2006, según la universidad de Río de Janeiro.
La investigación, basada en datos de Gallup World Poll, reveló que el hambre empeoró notablemente durante la pandemia y que Brasil superó por primera vez el promedio mundial de 120 países. El mayor aumento en la inseguridad alimentaria se observó entre los más pobres del país y afecta de manera desproporcionada a las mujeres.
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En América Latina, el coronavirus ha cobrado la vida de cientos de miles de personas. Y si bien Brasil en un comienzo gastó generosamente para compensar las consecuencias posteriores al brote del virus, gran parte del estímulo y la ayuda social se redujo el año pasado. La economía, a su vez, entraba y salía de la recesión.
Las conclusiones del informe sugieren una “relativa ineficacia de las medidas nacionales”, escribió el economista Marcelo Neri, uno de los principales investigadores sobre pobreza y desigualdad de Brasil.
A medida que la pandemia ha disminuido, la economía se ha convertido en la principal preocupación de los brasileños antes de las elecciones de octubre. Gran parte de la población endosa al presidente Jair Bolsonaro, que va a la zaga en las encuestas, la responsabilidad de la inflación de dos dígitos y el bajo crecimiento.