Los precios al consumidor de Brasil superaron las expectativas a mediados de noviembre, incluso pese a las agresivas alzas de tasas de interés del Banco Central para reducir la inflación.
La inflación anual se aceleró al 10,73%, por encima de la estimación media del 10,69% en una encuesta de Bloomberg. Los precios para el consumidor subieron 1,17% respecto al mes anterior, informó el jueves la agencia nacional de estadísticas.
El presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, está llevando a cabo el mayor ciclo de ajuste del mundo, que ha consistido en un alza de tasas de 575 puntos básicos desde marzo. Pero los cuellos de botella de la cadena de suministro global, el aumento de los precios de las materias primas y los planes del presidente Jair Bolsonaro de aumentar el gasto, están complicando los esfuerzos por controlar la inflación.
En las últimas semanas, los encargados de política monetaria han señalado que se avecina otra alza de tasa de 150 puntos básicos en diciembre, aunque Campos Neto no llegó a repetir esa guía en un evento el miércoles. Los mayores costos de endeudamiento ahora están arrastrando el repunte de Brasil de la pandemia.
Esta semana, economistas encuestados por el Banco Central recortaron drásticamente sus estimaciones de crecimiento para 2022 a 0,70% desde 0,93%. Fue la séptima reducción consecutiva.
Los analistas también proyectan que los precios al consumidor finalizarán el próximo año en 4,96%. El Banco Central tiene como objetivo la inflación en 3,75% este año y 3,50% en 2022.