El mes pasado, los precios al consumidor de Chile se incrementaron al ritmo más rápido en más de un año debido a los altos precios de los alimentos y la educación.
La inflación se aceleró un 0,5 por ciento en marzo respecto al mes anterior, según un informe publicado el lunes por el Instituto Nacional de Estadísticas, sobre el pronóstico promedio de 0,4 por ciento de los analistas en una encuesta de Bloomberg. Los precios para el consumidor crecieron un 2 por ciento respecto al año anterior, alcanzando el nivel más bajo del rango objetivo oficial.
Las ideas clave para tener en cuenta de la economía chilena:
- Los precios de la educación subieron 4,5 por ciento en marzo, coincidiendo con el inicio del año académico en Chile.
- Los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas aumentaron un 0,8 por ciento respecto al mes anterior, mientras que los precios del tomate subieron un 12,7 por ciento y los de limón un 12,2 por ciento.
- Los precios de la energía bajaron un 0,1 por ciento en el mes. La tendencia de la caída de los precios de la energía debería ser transitoria, Felipe Hernández, un economista de Bloomberg.
- Los costos del transporte se redujeron en 1,1 por ciento, incluyendo una caída de 19,7 por ciento en el transporte de autobuses urbanos.
La inversión en la economía chilena está aumentando al mismo tiempo que la economía empeora y el desempleo se mantiene obstinadamente alto, por encima de los pronósticos.
Las importaciones de bienes de capital, excluyendo algunos tipos de equipos de transporte, aumentaron a un récord en octubre y anotaron el mayor ritmo de crecimiento en seis años, según las cifras del banco central.
Los datos aportan más evidencia de que la economía chilena se enfría después de un repunte a fines del año pasado. La actividad minera cayó un 7,8 por ciento en febrero ya que la producción se vio afectada por protestas e inclemencias del tiempo. El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, advirtió esta semana que los datos de actividad serían moderados.