El esfuerzo del ministro de Economía y Finanzas de Italia, Giovanni Tria, para promover la nueva estrategia fiscal de su Gobierno fracasó el lunes, cuando el jefe de la Comisión Europea advirtió sobre una crisis al estilo griego y los bonos del país cayeron a su nivel más bajo en más de cuatro años.
"Los recientes anuncios del Gobierno italiano han suscitado preocupaciones sobre su curso presupuestario", dijo Mário Centeno, el ministro de Finanzas de Portugal, en Luxemburgo tras una reunión con sus homólogos de la zona del euro encabezada por él. El ministro de Finanzas neerlandés, Wopke Hoekstra, fue más allá y dijo: "Después de hablar con mis colegas, estoy un poco menos optimista que antes".
Tria está tratando de conciliar las costosas promesas de campaña hechas por su Gobierno de coalición con las reglas de la eurozona que requieren que los Estados miembros respeten ciertos objetivos de déficit. Además, aunque Italia presentará su presupuesto a la Comisión para su aprobación a mediados de octubre, los funcionarios en Bruselas ya han indicado que este podría no ajustarse a las reglas del bloque.
La deuda italiana extendía su declive por cuarto día consecutivo este martes; el rendimiento de los bonos con vencimiento en 10 años subió a 3,4 por ciento, el nivel más elevado desde marzo de 2014. El diferencial respecto de los bonos alemanes se amplió aún más y alcanzó 294 puntos básicos.
Metáfora tenística
Durante la discusión no programada del lunes sobre Italia, Tria trató de defender la decisión de su Gobierno de infringir las normas de la UE que exigen que los países muy endeudados reduzcan su déficit estructural y dijo a sus compañeros que los objetivos presupuestarios deben entenderse en el contexto de una desaceleración económica en la eurozona y en Italia.
Su defensa recibió como respuesta una metáfora tenística de un comisario de la UE, Pierre Moscovici, según personas al tanto del debate a puertas cerradas. Uno puede discutir si una pelota cayó dentro de la línea, pero no si lo hizo claramente fuera de la cancha, dijo Moscovici, según el relato.
Tria les dijo a sus homólogos que las negociaciones aún están en curso y que está abierto a más discusiones una vez que esté listo el presupuesto y se haya presentado a la Comisión. Después de la reunión, no llegó a decir que se puede revisar un objetivo de 2,4 por ciento de déficit para el próximo año, pero se negó a descartarlo explícitamente cuando lo presionaron los periodistas.
"Una crisis fue suficiente", dijo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en declaraciones televisadas en un evento en Friburgo, Alemania. "Después de la gestión más dura de la crisis de Grecia, tenemos que hacer todo lo posible para evitar una nueva Grecia, esta vez en Italia".
Italia tiene la deuda nominal más alta del continente y la segunda más grande después de Grecia como coeficiente de su producción económica, lo que significa que las dudas sobre su capacidad de refinanciar sus obligaciones podrían plantear una amenaza existencial para la moneda común.
Antes de que comenzara la reunión en Luxemburgo, Moscovici dijo que no podía ver cómo las cifras del presupuesto preliminar de Italia serían compatibles con los límites del bloque. Los planes para un presupuesto de 2,4 por ciento de la producción económica constituyen una desviación "muy, pero muy significativa" de los compromisos, señaló.