Johnson & Johnson anunció que retrasará la implementación de su vacuna contra el covid-19 en Europa después de que reguladores en Estados Unidos suspendieran su administración a la espera de un análisis de casos aislados de trombos.
La compañía está evaluando los casos con las autoridades sanitarias europeas, informó el martes Johnson & Johnson en un comunicado. Funcionarios de salud estadounidenses suspendieron la vacuna después de que seis mujeres sufrieran un tipo de trombo cerebral similar al reportado como efecto secundario poco común de la vacuna de AstraZeneca Plc. Alrededor de 6,8 millones de personas en EE.UU. han recibido la vacuna de J&J.
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El incidente, es otro golpe a la campaña de vacunación de la Unión Europea, que contaba con la vacuna de dosis única para reforzar su campaña de inmunización, cuando los envíos a los 27 Estados miembros acababan de comenzar esta semana. Después de una serie de temores por los suministros y la seguridad en torno a la vacuna de Astra, la campaña ha progresado en los últimos días en Alemania, Francia y otros países.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que no está claro si hay un vínculo causal entre la vacuna y los trombos. La EMA está investigando los casos para decidir si es necesaria una medida reguladora.
55 millones de dosis
El bloque esperaba unos 55 millones de dosis de la vacuna de J&J para este trimestre a medida que incrementaba los esfuerzos de vacunación. Si bien el tratamiento está aprobado en la UE, la campaña de inoculación no ha comenzado.
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El regulador de medicamentos de la UE inició la semana pasada una revisión para evaluar informaciones de trombos en personas que recibieron la vacuna de J&J. El tratamiento está bajo revisión en el Reino Unido, pero aún no ha recibido la aprobación allí.
La vacuna de J&J, al igual que la desarrollada por Astra y la Universidad de Oxford, utiliza un adenovirus para hacer que el material genético ingrese al cuerpo y provoque una defensa contra el covid-19. La vacuna de Oxford y Astra usa un adenovirus de chimpancé para lograr la respuesta, mientras que la de J&J se deriva de humanos. La vacuna de la china CanSino Biologics Inc. y la Sputnik V, de Rusia, también se basan en ese método.
