La economía de México sigue encaminada hacia su peor recesión en casi un siglo, incluso después de que los datos mostraran que la economía se contrajo en el primer trimestre un poco menos de lo estimado.
El producto interno bruto en los tres meses hasta marzo cayó 1,2% en comparación con el trimestre anterior, informó el martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su sitio web.
Tanto economistas encuestados por Bloomberg como datos preliminares publicados el mes pasado habían estimado una disminución de 1,6% para el período. Sobre una base anual, no ajustada en términos estacionales, el PIB se contrajo 1,4% durante el trimestre.
La caída evidenció solo el comienzo del impacto de una cuarentena implementada en todo el país para frenar la propagación del coronavirus. Los economistas estiman que la actividad se desplomará 7,6% este año, la mayor caída desde la Gran Depresión.
En abril, las exportaciones se contrajeron un récord de 41%, según los datos dados a conocer este martes 26.
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La negativa del presidente Andrés Manuel López Obrador de aumentar la deuda para financiar un importante plan de recuperación podría hacer que el PIB caiga hasta 12%, según BBVA México, una de las proyecciones más pesimistas. Unos 34 millones de mexicanos podrían caer por debajo de la línea de pobreza, aumentando el porcentaje de la población que vive en esas condiciones de 49% a 62%, proyectó BBVA para el peor de los casos estimados.
Pero al menos durante el primer trimestre, antes de que México implementara por completo sus medidas de cierre del comercio, la contracción no era tan pronunciada como se esperaba.
“Aunque algunos gobiernos locales implementaron medidas de distanciamiento social, el cierre formal se ordenó el 29 de marzo, por lo que abril debería reflejar la mayor parte del efecto de la cuarentena en la economía de México”, dijo Marco Oviedo, economista jefe para América Latina de Barclays Plc.
López Obrador había prometido que la economía crecería 4% por año bajo su Gobierno, pero el PIB se ha reducido durante los últimos cinco trimestres debido a que la inversión empresarial se debilitó ante las preocupaciones sobre política económica. El presidente dijo este mes que el PIB no mide las áreas donde él está logrando avances, y agregó que está trabajando en un nuevo indicador para evaluar el bienestar.
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“La disminución de las remesas, el alto desempleo, la falta de apoyo fiscal, la alta incertidumbre de los consumidores y las empresas, y el temor a una segunda ola de contagios por COVID-19 a raíz del mal manejo de la crisis limitarán la recuperación del consumo en el segundo semestre del año”, escribió Andrés Abadía, de Pantheon Macroeconomics, en un informe dado a conocer antes de la publicación de los datos.
En la comparación trimestral, los sectores industriales, incluidas la minería, la construcción y la manufactura, disminuyeron 1,2%, lo que se compara con la contracción de 1,4% en los datos preliminares.
Las industrias agrícola, ganadera y pesquera se expandieron 1,7% frente a la estimación de crecimiento original de 0,5%.
Los sectores de servicios, como la actividad comercial, el transporte, el sector financiero y los medios de comunicación, cayeron 0,9%, por debajo del dato preliminar de un descenso de 1,4%.
