Argentina aplicará un nuevo impuesto a las exportaciones de cultivos en momentos en que el presidente Mauricio Macri recurre a los agricultores para resolver una crisis marcada por por el desenfreno de la inflación y las tasas de interés y una moneda que se debilita.
Todas las exportaciones primarias tendrán un arancel de cuatro pesos por dólar, lo que significa que los pagos dependerán de los precios de los productos básicos. Una medida similar propuesta hace una década indignó a los productores del principal exportador mundial de harina y aceite de soja.
"Sabemos que es un impuesto realmente malo que va en contra de lo que queremos estimular, que es más exportaciones", admitió Macri en un discurso televisado. "Pero les pido que entiendan: es una emergencia y necesitamos su apoyo".
La medida significa que las exportaciones de maíz, trigo y carne de res serán gravadas nuevamente luego de que el mandatario eliminara impuestos cuando asumió el cargo en diciembre de 2015. Argentina es el tercer mayor exportador de maíz del mundo y el séptimo de trigo.
Para el principal cultivo comercial del país, la soja y sus subproductos, el anuncio significa un aumento de la tasa impositiva, comentó por teléfono Andrés Alcaraz, portavoz de Ciara-Cec, cámara de la industria aceitera y centro de exportación de cereales.
Ello pese a una reducción en agosto del arancel a las exportaciones de 26% a 18% para los granos de soja y 23% a 18% para la harina y el aceite. Ahora a esto se sumará el nuevo impuesto de cuatro pesos por dólar, vigente hasta el fin de 2020.
A diferencia del enfoque gradual que buscaba implementar originalmente para reducir el déficit presupuestario, Macri apunta ahora a dejar atrás las cifras rojas el próximo año luego de que el desplome del peso sugiriera que los inversores quieren más disciplina fiscal.
Medidas de emergencia
Los despachos de cultivos del país significaron ingresos por US$ 21.400 millones en 2017, según Ciara-Cec. Entre los miembros de la organización están los llamados gigantes ABCD del comercio agrícola. Después de una sequía terrible sufrida este año, se espera que las exportaciones repunten en 2019 y se pronostican cifras récord de cultivos de maíz y trigo.
Si bien varios agricultores se molestarán por la medida, algunos podrían aceptarla a regañadientes y verla como una medida temporal para sacar a Macri y al país de la crisis. El peso ha caído 29% en el último mes en medio de la creciente preocupación de los inversores sobre las arcas fiscales.
"Somos los únicos que cargamos a Argentina cuando las cosas andan mal", aseguró Pedro Vigneau, que cultiva 1.700 hectáreas de cultivos y pastizales en Bolívar, provincia de Buenos Aires. "Pero Macri debe asegurarse de que las medidas de emergencia no permanezcan vigentes para siempre".