El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se unió al desafío del primer ministro húngaro Viktor Orban, y dijo que las fuerzas populistas de Europa tienen razón al considerarlo su "principal oponente".
Macron formuló estas declaraciones luego de que Orban y el italiano Matteo Salvini se reunieran en Milán la noche del martes para discutir la creación de un frente unido de fuerzas políticas antiinmigrantes de Europa antes de las elecciones del Parlamento Europeo el próximo mes de mayo. Orban aseguró que Macron lidera una fuerza "a favor de la migración".
Macron, como parte de su discurso el miércoles en Dinamarca, dijo que los populistas tienen razón al considerarlo su principal adversario en la Unión Europea.
"No cederé ante los nacionalistas y aquellos que predican el odio", manifestó Macron en Copenhague. "Si quieren verme como su principal oponente, tienen razón".
Las elecciones europeas del año próximo emergen como un importante choque entre la política nacionalista "antiliberal" de Salvini y Orban y las fuerzas liberales establecidas. El Parlamento tendrá un papel clave en la aprobación de la nueva Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, lo que significa que la pugna tiene el potencial de determinar la dirección futura de toda Europa.
Durante su reunión, Orban y Salvini, viceprimer ministro y líder de Liga, hablaron de una alianza política a nivel de la UE que "reúna distintas energías con un objetivo común" y "excluya a los partidos de izquierda y resalte las identidades que nuestros gobiernos representan", sostuvo Salvini.
Orban dijo que quiere difundir sus opiniones antiinmigrantes dentro del Partido Popular Europeo, el mayor bloque en el actual Parlamento que incluye al partido de la canciller Angela Merkel. "Queremos cambiar muchas cosas", dijo Orban. "Necesitamos una nueva comisión y un nuevo Parlamento que adopten una posición definida a favor de la defensa de las fronteras y poner freno a la migración".
Ambos criticaron los partidos tradicionales de Europa y Orban arremetió contra Macron, acusándolo de liderar las fuerzas favorables a la migración e intentar desgarrar al PPE.
Nacionalistas se unen
No es la primera vez que Orban y Salvini piden una mayor unidad entre partidos afines. Orban, quien ha gobernado Hungría durante los últimos ocho años y fue reelecto en abril, ve a su partido como contrario al multiculturalismo y los valores liberales. En julio declaró que las fuerzas nacionalistas necesitaban unirse para luchar contra la inmigración. Salvini, cuyo partido de la Liga llegó al poder tras una campaña contra la inmigración, pidió una "Liga de Ligas que reúna a todos los movimientos libres y soberanos" en varios países.
Orban ha atacado reiteradamente a la Unión Europea por temas que van desde sanciones a Rusia hasta políticas de inmigración. En junio, el Parlamento húngaro aprobó una ley que impone penas de cárcel de hasta un año para cualquier persona que ayude a inmigrantes a ingresar al país.
Salvini también se ha enfrentado a la UE por la migración. Las tensiones llegaron a un punto crítico la semana pasada cuando impidió que 177 inmigrantes rescatados por una embarcación guardacostas italiana desembarcaran hasta que otros Estados miembros de la UE acordaron albergar a algunos. Él y otros miembros de la coalición gobernante de Italia han amenazado con suspender las contribuciones al presupuesto de la UE si no se distribuye la recepción de migrantes.
Pareja dispareja
El llamado de Salvini a que otros países de la UE ayuden a los migrantes lo convierte en un amigo poco probable de Orban, que ha rechazado las solicitudes de la UE para trasladar inmigrantes a su país y reiteró su postura el martes. Aún así, Salvini elogió a Orban por defender las fronteras de Europa. Antes de la reunión en Milán, Orban comentó a un grupo de periodistas que Salvini es su "héroe" por su firme postura.
Ambos líderes se encontraron con la policía y los espectadores antes de ingresar a las oficinas de gobierno donde se celebró la reunión. Un gran grupo de manifestantes se congregó en las afueras y bloqueó calles aledañas, bailando, cantando y flameando banderas de arcoíris con la palabra "paz" y carteles que decían "sigamos unidos".
"Necesitamos oponernos a la idea de una Europa de odio y alambres de púas, que es lo que proponen Salvini y Orban", afirmó en televisión Emanuele Fiano, miembro prominente del opositor Partido Democrático, como parte la manifestación en Milán. Orban y Salvini son "la máxima contradicción posible", cuya amistad se basa en que "no se ayudan mutuamente" en cuanto a los migrantes.
Salvini comenzó a ser investigado por fiscales italianos la semana pasada por presunto abuso de poder, secuestros y detenciones ilegales relacionados con su negativa a permitir que los migrantes del guardacostas embarcaran a tierra.
El activismo del ministro italiano ha erosionado las relaciones con parte de su coalición gobernante. El viceprimer ministro Luigi Di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas, criticó a Orban el martes en una entrevista con La Stampa por negarse a recibir a parte de los inmigrantes.
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