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París en llamas

Manifestante francés advierte: "Quiero la cabeza de Macron"

Mientras las autoridades francesas se preparan para un nuevo día de levantamientos el sábado, hay tensión en el aire.

Enfrentamientos en París en nueva protesta contra Macron
Enfrentamientos en París en nueva protesta contra Macron. | AFP

Este taxista de París dice que quiere la cabeza de Emmanuel Macron. Y el sábado, él y sus amigos planean ir a conseguirla.

"Vamos a salir a pelear", dijo desde detrás del volante de su nuevo taxi francés en un monólogo espontáneo de media hora. "Quiero la cabeza de Macron, no le temo a nada. No tengo nada que perder. Tienes que arriesgar tu vida o no obtendrás nada de esta gente".

Mientras las autoridades francesas se preparan para un nuevo día de levantamientos el sábado, hay tensión en el aire. Las protestas iniciadas por el movimiento de base Chalecos Amarillos contra la subida de los impuestos sobre el combustible se han transformado en algo mucho más intenso, y otros sectores de la población –estudiantes, granjeros, camioneros y otros grupos de personas mayores enojadas– se han unido. El descontento ha encontrado un punto focal en Macron y sus esfuerzos por reformar Francia.

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"Es una batalla que se está librando entre Macron y la opinión pública", dijo Bernard Sananes, director de la consultora parisina Elabe. En una encuesta realizada el jueves que mostró que la popularidad de Macron cayó a un mínimo histórico, los encuestados dijeron que "no escucha a la gente, no conoce a la gente, no la entiende", dijo Sananes en una entrevista en Les Echos.

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El taxista independiente de 40 años, que declinó dar su nombre, fue uno de los miles de manifestantes que lucharon contra la policía en la histórica avenida de los Campos Elíseos de París el pasado fin de semana. Las imágenes de los manifestantes lanzando adoquines, quemando coches, profanando el monumento del Arco del Triunfo, rompiendo escaparates y saqueando tiendas, conmocionaron a los espectadores de todo el mundo. Las protestas obligaron a Macron a suspender el plan de impuestos a los combustibles, pero eso no ha apaciguado a todos.

El taxista tiene la intención de volver el sábado y tratará de irrumpir en el palacio presidencial del Elíseo, traspasando su fuerte custodia. Es una de las personas que la oficina de Macron ha advertido que quieren "amotinarse y matar".

Las fuerzas de seguridad francesas están en alerta máxima. El gobierno planea aplicar "medidas excepcionales" además de los 65.000 oficiales de policía desplegados en todo el país para hacer frente a cualquier protesta, dijo el jueves el primer ministro Edouard Philippe. "Lucharemos contra el odio y la violencia". El ministro del Interior, Christophe Castaner, ha pedido a los manifestantes de Chalecos Amarillos que se mantengan alejados de los Campos Elíseos.

El taxista habló con fuerza y agitación sobre sus planes durante un viaje a través de la capital de Francia en la madrugada del jueves. Dijo que estaba protestando y que continuará haciéndolo durante el tiempo que sea necesario para poner a "Macron de rodillas" y hacer que renuncie a la mayoría de sus políticas.

Los luchadores autoproclamados como él, con demandas difusas, sin una organización real ni un líder visible, plantean el mayor desafío político y de seguridad para Macron: son como un genio que no pueden volver a poner en la botella. Una de las principales demandas durante las semanas de disturbios ha sido la renuncia de Macron.

Para la gente como este taxista, no hay límites a la hora de destituir al líder francés más joven desde Napoleón que, como ministro de Economía del país entre 2014 y 2016, desreguló el negocio de los taxis y fue un firme partidario de las aplicaciones de reserva de autos.

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"Nos arruinó, destruyó nuestro negocio", dijo el taxista. "Quiere todo lo nuevo, lo digital, el nuevo mundo, y lo hizo todo sin pensar en el costo para nosotros. ¿Reemplazar a todos, tener solo jóvenes, todo nuevo? Sí, bueno, así no es como se hacen las cosas. Ahora es tiempo de que pague".

Él y sus amigos se organizaron a través de las redes sociales. Primero en grupos de Facebook, pasando luego a un servicio de mensajería encriptada. Utilizaron WhatsApp y cuando se dieron cuenta de que permitía "sólo unos pocos cientos de personas en un grupo, nos cambiamos a Telegram". ¡En sus grupos podemos ser miles!" Telegram Messenger es un software de chat financiado por millonarios rusos y ofrece comunicaciones de grupo seguras. La inteligencia francesa dice que no tiene acceso a los datos.

Los grupos no informarán sus planes de manifestación con la policía como lo exige la ley, ni obedecerán la orden del Ministerio del Interior de no ir a la avenida Campos Elíseos.

"¿Son tan tontos?", preguntó. "Por supuesto que iremos a los Campos Elíseos, porque fuimos allí el sábado pasado, donde luchamos, donde se inclinaron. ¿Qué piensa la policía o incluso los Chalecos Amarillos? ¿Que obtienes lo que quieres obedeciendo? Luchas duro por ello".