Los fabricantes de automóviles estadounidenses están perdiendo terreno en un mercado chino cada vez más reducido y sus problemas están principalmente relacionados con una falta de competitividad más que con la guerra comercial, señaló un organismo de la industria.
La participación de mercado de las marcas estadounidenses cayó a un 10,7 por ciento en los primeros ocho meses de 2018, frente al 12,2 por ciento de un año antes, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM, por sus siglas en inglés). La caída fue causada por compañías como Ford Motor Co. que no actualizaron sus líneas de manera oportuna, dijo el martes Xu Haidong, secretario general adjunto de la asociación.
Si bien una desaceleración de la economía está afectando la demanda de automóviles de China, Xu dijo que la guerra comercial ha tenido un impacto limitado en el mercado. No hay sentimientos antiestadounidenses ni boicot a las marcas de Estados Unidos por parte de los compradores de automóviles de China, dijo en una conferencia de prensa realizada en Pekín.
Las ventas minoristas de automóviles han disminuido durante tres meses consecutivos en China; y problemas económicos amenazan con poner fin a la expansión de casi tres décadas del mercado de vehículos. Si bien solo una pequeña fracción de los automóviles que se venden en China son importados, los mayores aranceles de represalia impuestos por China sobre vehículos fabricados en EE.UU. están causando incertidumbre en los precios, lo que mantiene a algunos consumidores alejados de las salas de venta.
Ford informó una caída del 36 por ciento de las ventas chinas en agosto en medio de una decreciente demanda de vehículos fabricados localmente. El titular de la compañía en China renunció en enero y desde entonces la empresa ha citado problemas como la inadecuada rentabilidad de los concesionarios y el exceso de almacenamiento de algunos automóviles.
Ford señaló este mes que cancelaría los planes para importar un nuevo modelo todoterreno desde una planta en China después de que los aranceles del presidente Donald Trump afectaran la justificación económica de llevar el vehículo al mercado de EE.UU. En julio Trump impuso a los autos construidos en China un gravamen adicional del 25 por ciento. En el segundo trimestre, el crecimiento de las ventas de General Motors Co. en China se desaceleró a un 0,7 por ciento en medio de lo que llamó un "debilitamiento" del mercado.