Theresa May aseguró que las divisiones nacionales por el Brexit se agravarán si los parlamentarios no respaldan su plan en una votación clave el próximo mes.
En declaraciones a los medios, brindadas a bordo del avión con destino a la Cumbre del G-20 que tendrá lugar en Buenos Aires, May defendió enérgicamente el acuerdo que selló el domingo con la Unión Europea (UE), negándose reiteradamente a aceptar alternativas en caso de que su paquete sea rechazado por los políticos el 11 de diciembre.
La mandataria británica descartó otro referéndum, dijo que Gran Bretaña no estará en una unión aduanera con la UE y rechazó la llamada "opción de Noruega". También señaló que no pensaba renunciar.
El problema para May es que todos los partidos de la oposición han indicado que rechazarán el acuerdo, al igual que sus aliados en el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte y casi 100 miembros del propio partido conservador
Ante la creciente oposición a su paquete para el Brexit, May instó a todos los miembros del Parlamento a pensar en las consecuencias para los ciudadanos y para el empleo en caso de un rechazo del acuerdo.
"Si la votación no lo apoya (el acuerdo), veremos más división y más incertidumbre para los ciudadanos", dijo May. "Como país, podemos prosperar fuera de la Unión Europea. Creo que habrá oportunidades para nosotros fuera de la UE que no existen como actual miembro de la UE, pero un país dividido no es un país que prospera".
Batalla por delante
El problema para May es que todos los partidos de la oposición han indicado que rechazarán el acuerdo, al igual que sus aliados en el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte y casi 100 miembros del propio partido conservador. Si todos votan como han indicado, perderá por un amplio margen.
El acuerdo sobre el que tienen previsto votar es un Acuerdo de Retirada legalmente vinculante de casi 600 páginas, y una declaración política de intenciones de 26 páginas sobre cómo será la futura relación entre el Reino Unido y la UE.
"De verdad creo que es un buen acuerdo para el Reino Unido y lo que el análisis muestra es que es el mejor acuerdo que honra la votación del referéndum", dijo May. "Éste es el mejor acuerdo para el empleo y la economía que honra el referéndum y abre oportunidades después del Brexit".
En un momento dado, se refirió al paquete como "un buen acuerdo comercial con la Unión Europea". Una de las principales quejas de los opositores es precisamente que no es un acuerdo comercial, sino más bien un bosquejo no vinculante de un acuerdo futuro que no garantiza que el Reino Unido podrá acceder al comercio sin fricciones que busca.
La opción por defecto si May pierde la votación es una retirada del bloque europeo sin un acuerdo en marzo, una situación que, según advirtió el Banco de Inglaterra el miércoles, podría provocar la mayor depresión desde al menos la Segunda Guerra Mundial. May afirmó que ése era el "peor de los casos" y que los preparativos del Gobierno para ese escenario mitigarían el impacto.
Cuando le preguntaron si renunciaría en caso de perder la votación, May dijo que es una pregunta que siempre le hace la prensa en viajes al extranjero y que "mis respuestas no van a cambiar". En el pasado, ella dijo que ella no abandona. También dijo que las próximas elecciones tardarán unos años en celebrarse.
