El aterrizaje de la primera ministra británica Theresa May en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza fue un paso histórico: por primera vez desde la Guerra de Malvinas un jefe del gobierno británico llegó a Buenos Aires. Recibida por el presidente provisional del senado, Federico Pinedo, a las 23:40, se espera que también mantenga una reunión bilateral con el presidente Mauricio Macri este viernes, durante un break de la Cumbre del G20.
"Me complace ser la primera premier británica en visitar esa hermosa capital, y este es solo el hito más reciente en un camino que muestra un fortalecimiento de las relaciones entre el Reino Unido y la Argentina", dijo May antes de viajar.
La líder conservadora y el Macri aún no pudieron mantener una reunión bilateral, ya que tenían previsto hacerlo en la anterior cumbre del G20, en Hamburgo, pero problemas de agenda de la británica frustraron el encuentro. La semana pasada, May había afirmado que si bien "el avance ha sido más lento que lo previsto", continuará "trabajando con Argentina para asegurar el cumplimiento de todos los compromisos del comunicado conjunto" firmado en 2016 y que implicaría el levantamiento de sanciones para empresas que operen en las Islas Malvinas.
Theresa May: "Nuestra relación con las Malvinas no cambiará por el brexit"
El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, levantó una polémica en octubre al afirmar que su país podría sacar partido de las incertidumbres causadas por la próxima salida británica de la Unión Europea para reforzar sus lazos con Malvinas y reiterar sus reivindicación de ese archipiélago británico situado en el Atlántico sur.
Los 3.400 habitantes de las islas, situadas a 400 km de las costas argentinas y a 12.700 km de Londres, insisten en que su soberanía no es negociable. Sin embargo, el Brexit les da motivos para preocuparse: si Reino Unido sale de la UE sin un acuerdo, la economía de Malvinas, muy dependiente de las exportaciones de calamar sin aranceles a los países europeos, podrían sufrir un duro revés.
Mayor conexión entre Argentina y Malvinas
Jorge Faurie dijo en Nueva York que su país conversa con Londres sobre la posibilidad de "crear mayor conexión con las islas". Y el martes la cancillería británica anunció haber alcanzado un acuerdo con Buenos Aires para establecer un nuevo enlace aéreo entre Sao Paulo con Malvinas, haciendo escala en la ciudad de Córdoba, una vez al mes en cada dirección.
"Hay aún mucho espacio para crecer en términos de confianza entre los dos países", afirmó Faurie. Y agregó: "Nuestra expectativa es que la reconstrucción de la confianza bilateral (...) constituya una especie de base para discutir todas las demás cuestiones sobre la soberanía de las Malvinas".
Tras la salida de Reino Unido el próximo 29 de marzo, los otros 27 países de la UE ya no deberán respaldar su reivindicación de territorialidad. En este contexto el Brexit surge como una oportunidad para las relaciones anglo-argentinas en un momento en que Londres busca negociar acuerdos comerciales con terceros países y Argentina intenta recuperarse tras la grave crisis económica.
"La gran perspectiva para Gran Bretaña es obtener importaciones agrícolas muy baratas", pero "los argentinos pueden decir que sólo quieren llegar a un acuerdo sobre alimentos si hay un acuerdo paralelo sobre Malvinas", dijo Richard Lapper, especialista sobre Latinoamérica en el think-tank londinense Royal Institute of International Affairs, citado por la agencia AFP.
Jimena Blanco, experta sobre Argentina en el gabinete de asesores Verisk Maplecroft, subraya que el presidente Mauricio Macri aborda la cuestión de una "forma más moderada" que Cristina Kirchner. Ahora "se entiende que hace falta una política de estado sostenida por la cual las futuras generaciones de habitantes de Malvinas ya no vean a Argentina como una amenaza, sino más bien como un vecino con el que podrían querer tener una relación especial", explica.
En su calidad de territorio europeo de ultramar, Malvinas tiene un acceso sin aranceles al mercado único europeo. El 94% de sus exportaciones de pesca van a la UE, a través del puerto gallego de Vigo, y constituyen 40% del PIB del archipiélago, cuyos otros principales sectores económicos son la carne y la lana.
Se estima que un Brexit sin acuerdo reduciría en hasta un 16% los ingresos del gobierno de Malvinas, perjudicando su capacidad para financiar los servicios públicos y las inversiones en infraestructuras. La instauración de aranceles "eliminaría a la UE como mercado para las exportaciones de carne" y "no hay realmente un mercado alternativo" para su calamar más allá del sur de Europa, subraya Richard Hyslop, consejero del gobierno de Malvinas.
"La industria pesquera es un gran éxito para Malvinas y no queremos dañar eso", dijo Hyslop. Pero el establecimiento de rutas comerciales alternativas con Argentina parece aún lejos, dado que sigue vigente la legislación de la era Kirchner dirigida a obstaculizar el desarrollo económico de Malvinas.
A.F.P/D.S.