Theresa May aseguró que prefiere dejar la Unión Europea sin ningún tipo de acuerdo antes que aceptar el pacto comercial estilo Canadá propuesto por los partidarios del brexit del Partido Conservador.
Muchos militantes han instado a la mandataria a que abandone sus planes y acepte la oferta de la UE que propone un acuerdo comercial más limitado, similar al que tiene Canadá. Sin embargo, May señaló el martes que la propuesta conlleva la separación de Irlanda del Norte del resto del Reino Unido.
"Siempre he dicho que ningún trato es mejor que uno malo", comentó May a la prensa camino a Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas. "Creo que un mal acuerdo sería uno que disuelva al Reino Unido. Queremos mantener la unidad".
May reafirmó su postura respecto al brexit y desafió a las voces críticas en su partido y a la UE, que ha rechazado puntos clave de su propuesta. Luego de que una cumbre celebrada la semana pasada en Salzburgo, Austria la dejara aislada, la mandataria ha intensificado su retórica al reiterar su amenaza de abandonar la mesa de negociaciones.
Pero al mantenerse firme en su visión, corre el riesgo de enfurecer a sus correligionarios a favor del brexit al punto de que intenten expulsarla. Es probable que en la conferencia anual del partido de la próxima semana le pidan que cambie el rumbo o dé paso a un líder que sí lo haga.
El Acertijo de May
Los militantes probrexit que defienden lazos más flexibles con la UE quieren que el Reino Unido se libere de sus reglas e instituciones, firme un acuerdo de libre comercio con el bloque similar al que tiene Canadá y pueda buscar otros pactos comerciales con el resto del mundo.
No obstante, May argumenta que con eso se arriesgaría volver a los problemas fronterizos con Irlanda, lo que fue durante décadas un foco de terrorismo, o que parte del Reino Unido esté bajo una jurisdicción distinta a la del resto del país. Incluso si eso le pareciera aceptable, ello enfurecería a los unionistas demócratas de Irlanda del Norte, cuyos legisladores respaldan su gestión. La UE puso como condición para cualquier acuerdo que no surja ninguna frontera dura en la isla de Irlanda.
May busca la manera de sacar a todo el Reino Unido del mercado interior y la unión aduanera de la UE y al mismo tiempo evitar una frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda o una entre Irlanda del Norte y el resto de Gran Bretaña.
La mandataria afirmó que su gobierno está "tomando medidas" para abordar los planteamientos de la UE sobre su plan para la frontera irlandesa y presentará una nueva propuesta. Agradeció también el tono más flexible del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el viernes en la tarde.
Rechazó el argumento de que un reglamento común con la UE impediría a Gran Bretaña cerrar nuevos acuerdos comerciales. "Si esas normas de la UE detuvieran los buenos acuerdos comerciales, ¿cómo es que la UE ha hecho negocios con países del resto del mundo?", preguntó. "Podremos hacer negocios en el resto del mundo".
May insistió en que puede llegar a un acuerdo con la UE y conseguir la aprobación de los legisladores. "En ese momento, los miembros del Parlamento tendrán una opción clara", aseguró. "Tendrán que reconocer que lo que estamos haciendo es cumplir con el referéndum".