El Fondo de Soberano de Noruega de US$1 billón está presentando sus argumentos para vender sus enormes inversiones en acciones de petróleo y gas. En una presentación a los principales legisladores que obtuvo Bloomberg, el máximo ejecutivo del fondo, Yngve Slyngstad, dijo el mes pasado que el fondo habría ganado 308.000 millones de coronas (US$38.000 millones) más en la última década si no hubiera invertido en acciones de petróleo y gas.
El cálculo amplía el argumento del fondo después de que el año pasado sorprendiera a los mercados al anunciar que quería vender los activos de petróleo y gas para reducir la exposición total de Noruega al petróleo. Las cifras inéditas fueron presentadas mientras en Noruega se debate qué hacer con los activos del fondo de alrededor de US$40.000 millones en acciones de petróleo y gas.
El Parlamento se inclina hacia la aprobación del plan, pero los dos partidos gubernamentales más grandes hasta ahora no han revelado cómo podrían votar. Una comisión de expertos recomendó en agosto no aprobar la propuesta, argumentando que una desinversión de acciones de petróleo solo limitaría marginalmente el efecto de menores precios del crudo en la riqueza de Noruega, que es el mayor productor de petróleo y gas de Europa occidental.
Las cifras del fondo mostraron que el inversionista habría aumentado los rendimientos si hubiera vendido acciones petroleras antes del colapso de los precios del crudo en 2014 y reinvertido las ganancias en el resto del índice de referencia del fondo. Una venta en 2013 habría generado 136.000 millones de coronas adicionales, e incluso una venta en 2015 habría significado para el fondo unos 9.000 millones de coronas adicionales.
Funcionarios de Norges Bank Investment Management (NBIM), división bancaria del banco central que gestiona el fondo, declinaron realizar comentarios. Hasta el momento, el fondo y el banco central no han abordado directamente los contrargumentos en el informe del panel de expertos, y solo dijeron que mantuvieron su propuesta.
La propuesta del fondo afectó los mercados en noviembre del año pasado, arrastrando las acciones de petróleo a la baja. El banco insistió en que el plan se basa exclusivamente en consideraciones financieras y busca reducir la exposición al riesgo de Noruega, y no refleja una perspectiva particular para los precios del petróleo. La presentación en la oficina de NBIM en Nueva York la mañana del 21 de septiembre fue uno de varios eventos a los que asistieron miembros del Comité de Finanzas del Parlamento durante una visita a la ciudad esa semana.
Svein Roald Hansen, legislador del opositor Partido Laborista que estuvo presente, dijo que Slyngstad no presentó las cifras como argumento directo a favor de la propuesta del fondo o en contra del panel dirigido por el profesor de economía Oystein Thogersen. Pero los hallazgos fueron "información útil", sostuvo.
“Cuando lleguemos al punto donde consideremos la propuesta, también estará la cuestión de cuál es la desventaja: qué nos arriesgamos a perder”, sostuvo Hansen en una entrevista telefónica. El Partido Laborista, el más grande en el Parlamento, ha expresado apoyo cauteloso al plan, pero tomará una decisión final una vez que el gobierno liderado por los conservadores haya presentado su punto de vista la próxima primavera.
El Ministerio de Finanzas había esperado hacerlo este año, pero pospuso la fecha para dar tiempo para una consulta pública sobre el informe Thogersen. El banco central es una de las instituciones a las que se les ha pedido su opinión.
"No deseo especular o hacer ninguna interpretación política sobre el contenido de dichas presentaciones”, señaló en un correo electrónico Mudassar Kapur, un miembro conservador del Comité de Finanzas, quien también asistió a la presentación. "Estamos esperando que el Ministerio de Finanzas presente sus evaluaciones”.