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Las medidas de Trump no eliminarán el superávit comercial de Alemania

Pese a los esfuerzos de Estados Unidos, los números favorables siguen inclinándose hacia el país europeo. Galería de fotos

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Lots of Cars | Bloomberg

El superávit comercial de Alemania probablemente siga dominando el comercio con Estados Unidos por más que el presidente Donald Trump trate de hacerlo desaparecer. El presidente estadounidense ha acusado a su patria ancestral -su abuelo fue un inmigrante alemán- de emplear prácticas comerciales desleales y amenazó al país con gravámenes de importación para los autos. Sin embargo el tiempo se agota si pretende realizar algún avance durante su mandato de cuatro años.

De todos modos, los fundamentos económicos que dan a los fabricantes alemanes una ventaja exportadora están destinados a subsistir y en no menor medida gracias a las rebajas de impuestos estadounidenses y el auge económico de los que Trump se jacta habitualmente.

“Si la economía marcha bien, la gente comprará autos y otros productos extranjeros, lo cual naturalmente ayuda a las exportaciones alemanas”, dijo Carsten Hesse, economista europeo de Berenberg en Londres.

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Trump tuiteó en mayo que EE.UU. tiene un “déficit comercial ENORME con Alemania”. Dicho desequilibrio era de 50.000 millones de euros (US$58.000 millones) en 2017, una parte sustancial del superávit global de 244.000 millones de euros que tiene el país europeo.

En realidad, Alemania no registra un déficit anual con el mundo desde 1951 (durante la mayor parte de ese período fue Alemania Occidental), ni siquiera uno mensual desde comienzos de 1991. Las cifras conocidas esta semana demostraron que el superávit en lo que va de este año está en consonancia con el de 2017 y apenas por debajo del récord alcanzado en 2016.

La economía estadounidense creció un 4,1 por ciento anualizado en el segundo trimestre, superando considerablemente a Alemania, en una expansión impulsada por el desempleo bajo y las rebajas de impuestos de Trump. Esto impulsa el gasto en consumo y, para los compradores que se proponen invertir su efectivo en autos de lujo, Alemania es un proveedor popular. Vehículos de compañías como Mercedes-Benz, BMW y Porsche fueron el año pasado su mayor exportación por valor, en tanto BMW registró un aumento de 2,8 por ciento en las ventas de unidades en los Estados Unidos en el primer semestre de 2018. El país también es un importante vendedor al exterior de maquinarias, productos químicos, electrónica y equipos eléctricos.

Tal como señaló el Fondo Monetario Internacional en una evaluación de julio, “a corto plazo, el repunte de la demanda global, impulsado en parte por el estímulo fiscal estadounidense, sostendrá las exportaciones y el elevado superávit comercial de Alemania”.

El Tesoro estadounidense tiene a Alemania -junto con China, Corea del Sur y Suiza- en su lista de seguimiento cambiario correspondiente a países en los que percibe un superávit comercial significativo, un superávit de cuenta corriente elevado o que considera que intervienen en los mercados cambiarios. Peter Navarro, asesor comercial de Trump, ha acusado antes a Alemania de beneficiarse con un euro “sumamente subvaluado”. La moneda única cayó 13 por ciento frente al dólar en los últimos cinco años, pero eso refleja la economía de los 19 países de la zona euro. El FMI estima que el tipo de cambio real efectivo es entre 10 a 20 por ciento inferior al que correspondería a una moneda alemana soberana.

Es poco probable que esa ventaja se reduzca en lo inmediato, dado que una economía estadounidense más fuerte implica una divergencia en la política monetaria entre la Reserva Federal y el Banco Central Europeo que favorece al dólar.

Se prevé que la Fed elevará las tasas por tercera vez este año en su reunión de septiembre, con un posible cuarto movimiento en diciembre. El BCE ni siquiera suspenderá su programa de compra de bonos hasta fin de año y se ha comprometido a mantener las tasas en mínimos récord al menos hasta el verano de 2019.