Uno de los mayores administradores de activos de Europa apuesta a que los mercados están equivocados al esperar que la Reserva Federal recorte las tasas de interés este año.
Pictet Asset Management SA está vendiendo futuros de tasas en una apuesta a que caerán en los próximos meses, ya que la Fed no puede reducir los costos de endeudamiento debido a la persistente inflación. Andrés Sánchez Balcázar, jefe de bonos globales de la firma, cree que los precios del mercado que reflejan las expectativas de que los responsables de la política monetaria den un giro y comiencen a recortar las tasas en septiembre son “extremos”.
“Puede ser muy, muy difícil que la Fed recorte las tasas muy rápidamente, a menos que suceda algo terrible. Y, por el momento, ese no es el caso”, dijo Balcázar en una entrevista. “Es por eso que creemos que tendría sentido estar cortos en algunos de esos contratos del mercado monetario que parecen demasiado optimistas sobre los recortes”.
Advierten que un default de Estados Unidos podría tener “efectos duraderos”
Pictet, con unos US$680.000 millones en activos, se ha posicionado para ello, principalmente vendiendo futuros de la tasa SOFR, que reflejan el nivel en que los inversionistas ven el costo de los préstamos a un día en septiembre y diciembre. Estos contratos han subido en las últimas semanas, ya que los mercados monetarios esperan recortes de tasas de 50 puntos básicos en 2023.
Esta posición complementa una estrategia más amplia de Pictet, así como de un número creciente de inversionistas, entre ellos Amundi Asset Management, que apuestan porque la curva de rendimientos de Estados Unidos se inclinará gradualmente si la Reserva Federal inicia recortes el próximo año. Estos fondos están comprando bonos del Tesoro con vencimientos en torno a 5 y 10 años, mientras que venden bonos a 15 y 30 años.
“Hay cierta incertidumbre sobre si los recortes se producirán a finales de año o el año que viene”, dijo Balcázar. “Pero el panorama general, la visión a largo plazo está clara para nosotros: habrá recortes, la economía se desacelerará, hay cada vez más posibilidades de recesión y, por tanto, es el momento adecuado para poseer bonos del Tesoro, en particular en la parte intermedia de la curva”.
Por el contrario, JPMorgan Asset Management cree que los mercados están en lo cierto al apostar a que las tasas pueden comenzar a bajar en el tercer trimestre a medida que el crecimiento de EE.UU. se desacelere.
La Fed elevó las tasas en 25 puntos básicos a principios de este mes, aunque los funcionarios parecen estar divididos sobre si hacer una pausa en el ajuste de la política monetaria. Balcázar cree que es probable que las presiones inflacionarias persistentes mantengan las tasas estadounidenses en 5,25%, el nivel más alto en más de dos décadas, hasta 2024.
Las tensiones en el sistema bancario estadounidense y los datos económicos dispares han mantenido la volatilidad de los mercados de tasas este año, dando lugar a apuestas de ida y vuelta sobre si la Fed puede recortar. Según Balcázar, esto ha dificultado la tenencia directa de posiciones de duración, lo que plantea la necesidad de protegerse frente a las oscilaciones del mercado.
El dólar estadounidense es un “buen diversificador” del riesgo del Tesoro, dijo, y Pictet lo ha estado comprando frente al euro y la libra ante la perspectiva de que el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra tardarán en acabar con la alta inflación. Balcázar también mantiene algunas posiciones cortas en gilts británicos y bonos alemanes ante la expectativa de que ambos bancos centrales tengan que seguir subiendo las tasas.