México recibió una rebaja de calificación largamente anticipada por parte de Moody’s Investors Service después de un año de contracción económica y persistente incertidumbre.
La deuda soberana de la nación se rebajó un nivel a Baa1 con perspectiva negativa, dijo la calificadora en un comunicado. México ha mantenido una sólida calificación de grado de inversión A3 desde 2017, pero Moody’s redujo la perspectiva del país de estable a negativa en junio de 2019.
“Las perspectivas de crecimiento económico a mediano plazo de México se han debilitado materialmente”, escribió la analista Ariane Ortiz-Bollin en la decisión. “El continuo deterioro de la posición financiera y operativa de Pemex está erosionando la fortaleza fiscal del soberano”.
Moody’s también redujo la calificación de Pemex dos niveles a Ba2, profundamente en el nivel de basura, lo que alimentó la preocupación de que los bonos de la petrolera estatal pudieran estar en camino a una venta forzada. La perspectiva de la calificación de Pemex sigue siendo negativa.
La decisión sigue a una rebaja de Fitch Ratings Inc. el miércoles a BBB-, el puntaje de grado de inversión más bajo, y una rebaja por parte de S&P Global Ratings el 26 de marzo a BBB.
México ha estado en una posición precaria desde la elección del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018. Canceló un proyecto de aeropuerto en Ciudad de México antes de asumir el cargo, azotando los mercados y dando paso a un año y medio de persistente incertidumbre que ha afectado las perspectivas económicas del país. En 2019, el producto interno bruto de México se contrajo 0,1%, a causa de un pésimo clima de inversión a nivel nacional e incertidumbre en el comercio mundial.
La petrolera estatal Petróleos Mexicanos, más conocida como Pemex, ejerció una presión adicional sobre la calificación soberana. Si bien la compañía no tiene una garantía oficial de deuda del gobierno, a los inversionistas les preocupa que un esfuerzo para apoyar a la empresa con continuas inyecciones de capital pueda socavar la posición fiscal de México.
Aun así, el gobierno de López Obrador evitó una rebaja al desafiar las expectativas del mercado y mantener la prudencia fiscal. El gobierno registró un superávit presupuestario primario en 2019, apenas la tercera vez para México en una década.
Pero en el periodo previo a la rebaja, los mercados mexicanos se vieron afectados por una caída en los precios mundiales del petróleo y los temores de una continua propagación del coronavirus.