Dos terceras partes de los jóvenes de entre 25 y 34 años no pueden comprar una propiedad en la capital del Reino Unido, incluso con un pago inicial en efectivo del 10 por ciento y una hipoteca máxima de 4,5 veces su salario, dijo el Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas en inglés) en un informe el lunes. Apenas veinte años atrás, la proporción que no podía tener acceso a la compra de una primera vivienda era uno de cada diez.
En todo el país, sólo el 60 por ciento tiene fondos suficientes para comprar una casa, frente al 90 por ciento previamente. Ajustado a la inflación, el precio medio de la vivienda en Inglaterra ha aumentado un 173 por ciento, mientras que los ingresos reales de los adultos jóvenes solo ha aumentado un 19 por ciento. La proporción de jóvenes que poseen su propia casa ha caído a un 35 por ciento desde un 55 por ciento, y Londres registra la tasa más baja de cualquier región con un 25 por ciento.
"Los aumentos importantes de los precios de la vivienda frente a los ingresos en los últimos veinte años significan que es cada vez más difícil para los adultos jóvenes poder comprar una primera vivienda", dijo Polly Simpson.
"Los aumentos importantes de los precios de la vivienda frente a los ingresos en los últimos veinte años significan que es cada vez más difícil para los adultos jóvenes poder comprar una primera vivienda", dijo Polly Simpson, economista investigadora de IFS y coautora del informe. "Estas tendencias han aumentado la desigualdad entre las generaciones mayores y las más jóvenes, y también dentro de la generación más joven".
La clave es aumentar la oferta de viviendas y aliviar las restricciones de planificación, lo que reduciría los precios de las propiedades y los alquileres, dijo el IFS. Las conclusiones se producen en medio de rumores de que el ministro de Hacienda, Philip Hammond, utilizará su presupuesto del 29 de octubre para anunciar una reducción de impuestos para los propietarios que vendan propiedades a inquilinos que lleven mucho tiempo alquilando la vivienda.
Los jóvenes en el Reino Unido ahora tienen menos probabilidades de ser dueños de una casa o de apartar dinero para ahorrar, lo que dificulta que logren la estabilidad financiera, según otro estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales difundido la semana pasada. El Gobierno de la primera ministra, Theresa May, tiene previsto construir 300.000 casas nuevas al año en un esfuerzo por aliviar la crisis de viviendas.