El Partido Conservador de Theresa May recibió el año pasado el doble de dinero de personas fallecidas que de las cuotas pagadas por sus miembros.
Los ingresos del partido por herencias ascendieron a 1,7 millones de libras (US$2,2 millones) en 2017, cinco veces más que el año anterior, lo que revelaría algunos importantes pagos únicos de testamentos. Los ingresos de las cuotas de membresía disminuyeron de 1,5 millones de libras a 835.000 libras, lo que puede se puede atribuir a la forma en que se distribuyen los cobros entre el partido nacional y las sucursales locales.
Incluso con esas salvedades, las últimas cifras reflejan un grave problema demográfico al que se enfrentan los conservadores: sus miembros son cada vez menos y están envejeciendo; a principios de este año se registraban 124.000 miembros. Mientras tanto, el partido laborista, principal partido de oposición, registró un aumento en la membresía bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn a 564.443 en 2017, el nivel más alto en décadas.
Muchos de esos miembros laboristas, al menos de forma anecdótica, también parecen ser más jóvenes. Y aunque no sean tan ricos como el partidario típico de los conservadores, los laboristas recibieron 16 millones de libras en cuotas de membresía en 2017, lo que ayudó al partido a alcanzar un gasto mayor que los conservadores en un año en que superaron las expectativas de todos en las elecciones generales.
Para el registro, el partido laborista gastó 54,3 millones de libras sobre ingresos de 55,8 millones de libras; el partido conservador gastó 44,6 millones de libras sobre ingresos de 46 millones de libras.
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