Odebrecht, el gigante brasileño que se vio implicado en la mayor investigación por corrupción en la obra pública en América Latina, una trama que también tiene su capítulo en la Argentina, reclamó este miércoles 5 de febrero US$1.200 millones del Gobierno peruano como compensación por la pérdida de un importante contrato de gasoducto. La decisión de la empresa podría representar un antecedente en el caso que el gobierno argentino avance en la rescisión de los contratos de obra del soterramiento del tren Sarmiento, un discutido negocio en el que participan además de Odebrecht la española Comsa y la italiana Ghella spa.
Una unidad de Odebrecht con sede en Luxemburgo presentó una demanda de arbitraje contra Perú alegando que el país sudamericano violó un tratado bilateral al no permitir que la compañía recupere su inversión en el gasoducto, según un comunicado que la compañía publicó este miércoles en Twitter.
Odebrecht firmó un acuerdo de culpabilidad con fiscales peruanos el año pasado después de admitir que pagó sobornos en cuatro proyectos de infraestructura. Exfuncionarios de Odebrecht más tarde aceptaron irregularidades en un quinto proyecto, el de ductos.
Perú canceló el contrato de gasoducto en 2017 después de que Odebrecht se declarara culpable en Estados Unidos de sobornar a funcionarios gubernamentales en toda América Latina. Perú ha argumentado que tenía derecho a rescindir el contrato después de que un consorcio liderado por Odebrecht no logró recaudar US$4.000 millones necesarios para el proyecto.
En la declaración del miércoles, la compañía dijo que no tenía más remedio que solicitar el arbitraje debido a las obligaciones legales con sus acreedores. La unidad de Luxemburgo de la compañía “no tiene interés en litigar con el Estado peruano” y está dispuesta a trabajar para encontrar una solución que le permita suspender el proceso de arbitraje, dijo.
La demanda es un golpe para el Gobierno, que el año pasado defendió el acuerdo de culpabilidad ante críticas de legisladores de la oposición que dijeron que el acuerdo era demasiado favorable para Odebrecht y sus antiguos ejecutivos.
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En declaraciones a periodistas el miércoles, el jefe del Gabinete, Vicente Zeballos, dijo que estaba sorprendido de que Odebrecht “tuviera el descaro de presentar una demanda". El Ministerio de Economía y Finanzas dijo que peleará la demanda, y agregó que el país tiene un historial “sólido” de victorias en arbitraje internacional.
Rafael Vela, quien encabeza el equipo de fiscales que investigan a Odebrecht y otros constructores brasileños, dijo al periódico El Comercio que la compañía y sus exejecutivos serán investigados si la demanda de arbitraje contradice sus declaraciones anteriores donde aceptan la responsabilidad por la corrupción en el caso del gasoducto. El Gobierno planea subastar un nuevo contrato para completar el ducto el próximo año. Solo 33 kilómetros de la ruta de 1.025 kilómetros del proyecto estaban construidos cuando el consorcio dejó de trabajar en la obra.
