En un brusco cambio de estrategia, los principales partidos de oposición en Venezuela planean competir en las elecciones presidenciales de 2024 sin importar las condiciones que el Gobierno acuerde de antemano.
Envalentonados por el triunfo obtenido este año en las elecciones a gobernador en el bastión chavista de Barinas, un estado ganadero ubicado en el occidente venezolano, los partidos de la oposición planean unirse en torno a un solo líder, según entrevistas con siete dirigentes de los partidos.
Para elegir a su candidato, la oposición celebrará primarias unificadas el próximo año después de reducir una lista de más de una docena de posibles candidatos, entre los que se encuentra el expresidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, quien ha afirmado que es el líder legítimo del país y ha obtenido el reconocimiento de decenas de Gobiernos extranjeros. El ganador se enfrentará al candidato del Partido Socialista en 2024, que se espera que sea el propio presidente Nicolás Maduro en un intento por lograr un tercer mandato de seis años.
Esto supone un cambio respecto a la estrategia anterior de boicotear las elecciones, mantener negociaciones intermitentes con el Gobierno e intentar orquestar un levantamiento militar. El nuevo enfoque parece dejar en segundo plano las negociaciones apoyadas por Estados Unidos que buscaban obtener garantías electorales, como la supervisión por parte de observadores internacionales y que los líderes exiliados y prohibidos pudieran volver a participar en política.
Según Omar Barboza, secretario ejecutivo de la coalición opositora Plataforma Unitaria, hay una decisión política de participar y ellos representan un deseo de cambio.
La última encuesta de la consultora Delphos, con sede en Caracas, reveló que alrededor del 78% de las personas votarán en las elecciones de 2024. Esta cifra se compara con el 46% de participación en 2018, la más baja en una elección presidencial venezolana. El proceso fue boicoteado por la oposición ese año.
78% de las personas votarán en las elecciones de 2024
Según Benigno Alarcón, director del centro de estudios políticos de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas, la gente hoy quiere participar activamente en las elecciones y no quiere dejar ese vacío al Gobierno. Pero enfatiza que para que la gente piense que vale la pena hacerlo, tiene que sentir que hay un candidato único de la oposición y una posibilidad real de ganar.
Las conversaciones entre la oposición y el Gobierno destinadas a crear las condiciones para unas elecciones libres y justas en 2024 llevan un año estancadas después de que Maduro abandonara el proceso. Un intercambio de prisioneros entre EE.UU. y Venezuela este mes generó especulaciones de que Maduro podría volver a la mesa de negociaciones, pero no se han anunciado nuevas reuniones.
Incluso unificada, la oposición enfrentará duros desafíos. En elecciones anteriores, el Gobierno de Maduro ha aprovechado su control casi total de los medios de comunicación del país para hacer campaña. El día de las elecciones, instala puntos de control cerca de los colegios electorales que recompensan a los partidarios del Gobierno con productos, como bolsas de comida, y sirven como un recordatorio no tan sutil de que está vigilando quién vota. En otros casos, el Gobierno ha recurrido al encarcelamiento de posibles aspirantes para sacarlos del camino.
El Gobierno de Maduro ha aprovechado su control casi total de los medios de comunicación del país para hacer campaña
Un grupo de observadores de la Unión Europea dijo que las elecciones regionales del año pasado estuvieron plagadas de casos de violencia, abusos de fondos estatales y coacción electoral. Guaidó ha sido atacado tres veces en las últimas dos semanas mientras recorría el país.
En apariciones en la televisión estatal, Maduro ha insinuado en repetidas ocasiones su disposición a celebrar las elecciones anticipadamente. Mensajes enviados al Gobierno de Venezuela solicitando comentarios no fueron respondidos.
Los portavoces de los cuatro principales partidos de oposición no respondieron a las solicitudes de comentarios. La Plataforma Unitaria dijo en un comunicado el domingo que aprobó las reglas para el proceso de primarias, sin darlas a conocer.
Elecciones 2013
Lo más cerca que ha estado la oposición de vencer al Partido Socialista en casi 25 años fue tras la muerte de Hugo Chávez en 2013, cuando Maduro derrotó a Enrique Capriles por solo 200.000 votos. Desde entonces, ha sufrido disputas internas, lo que ha provocado una fractura en el apoyo a varios líderes.
Capriles, que hace una década obtuvo el 49,1% de los votos, tiene un índice de aprobación de solo el 18%. El gobernador del estado de Zulia, Manuel Rosales, tiene la mayor tasa de aprobación entre los miembros de la oposición, con un 26,4%, según una encuesta realizada en septiembre por la consultora de Caracas Datanalisis. La tasa de aprobación de Maduro es del 20,6%, frente a un 11% el año pasado.
Sin embargo, la victoria de Barinas fue vista como un indicador para los líderes de la oposición que están abandonando tácticas anteriores, como el boicot de las elecciones para protestar por las condiciones de votación injustas. Esa estrategia terminó entregando grandes franjas de los gobiernos locales y escaños en el parlamento a los leales a Maduro, que en su mayoría se postularon sin oposición.
En enero, la oposición se reunió en torno a un miembro poco conocido del consejo legislativo estadal, Sergio Garrido, que solo se convirtió en candidato después de que el tribunal supremo ordenara una nueva elección y de que otros dos candidatos fueran descalificados. Garrido venció a una figura consolidada del Partido Socialista, Jorge Arreaza, excanciller y yerno de Chávez, obteniendo el 55% de los votos frente al 41% de Arreaza.
Lo ocurrido en Barinas es un ejemplo de unidad, dijo Guaidó durante una conferencia de prensa el 27 de septiembre.