Perú ha tomado medidas para acabar con un importante foco de minería de oro ilegal en las profundidades de la selva amazónica después de años de una expansión que destruyó el prístino bosque tropical y contaminó los ríos con mercurio.
El Gobierno desplegó el martes a 1.500 agentes de la policía y de las fuerzas armadas en La Pampa, en la región de Madre de Dios, del sureste del Perú, para comenzar a cerrar las operaciones mineras. La represión durará dos semanas y tiene como objetivo erradicar la minería en la zona de forma permanente, así como otras actividades como el tráfico de drogas y de personas, dijo el ministro de Energía y Minas, Francisco Ismodes, en un comunicado.
La represión durará dos semanas y tiene como objetivo erradicar la minería en la zona de forma permanente
Durante décadas La Pampa fue un área de minería aluvial de oro a pequeña escala, pero en los últimos años ha crecido rápidamente para convertirse en la mayor fuente de oro ilegal del país a medida que las bandas criminales financiaban operaciones a escala industrial. La región de Madre de Dios produjo 10 millones de gramos de oro el año pasado, lo que representa el 7,1 por ciento de la producción de oro de Perú.
La expansión ha convertido decenas de miles de hectáreas de selva tropical en un terreno baldío y las operaciones han comenzado a invadir la reserva natural de Tambopata, una de las áreas con mayor diversidad biológica del mundo.
En declaraciones a los medios de La Pampa, el ministro del Interior, Carlos Morán, dijo que la policía estará estacionada en el área para reforzar la seguridad durante un período de seis meses. El objetivo es transformar la economía local con la introducción de actividades sostenibles en los próximos dos años, dijo. También se establecerán tres bases militares.
El Ministerio de Mujeres ha puesto bajo custodia a más de 30 niñas adolescentes, algunas de las cuales tenían solo 14 años, que trabajaban en burdeles y bares en La Pampa.
