Hay nerviosismo entre los inversionistas colombianos tras la destitución del ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, el hombre que más reforzó la fe en el país bajo su primer Gobierno de izquierda.
La súbita reorganización del presidente, Gustavo Petro, hundió los mercados financieros el jueves. La moneda se depreció un 2,9% en la apertura del mercado y el rendimiento de los bonos locales en pesos subió. Los bonos en dólares extendieron la caída por segundo día, con bajas de menos de un centavo en los bonos con vencimiento en 2044 a 71,7 centavos por dólar. Los seguros de impago de deuda de la nación (CDS) se dispararon por segundo día y las tasas swap en la parte corta se recuperaron.
Después de cierta turbulencia inicial, la reacción inversionista a largo plazo probablemente dependerá de si el nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, puede actuar como una fuerza moderadora en la Administración de Petro.
El nuevo ministro de Hacienda de Colombia asume con fuerte escrutinio del mercado
Ocampo, probablemente el economista más conocido de Colombia, tenía un estatus que le permitía contener repetidamente las propuestas más radicales de los funcionarios, incluido el propio Petro, en todo asunto, desde la política petrolera hasta los controles de capital.
Una y otra vez, Petro lanzaba una polémica idea que provocaba la caída de los bonos hasta que Ocampo logró contener el ritmo. No queda claro si Bonilla, quien dirigió las finanzas de la ciudad de Bogotá de 2012 a 2015 mientras Petro era alcalde, adoptaría un enfoque similar.
“Ocampo era conocido en el mercado y tenía un nombre que proteger, lo que le daba cierta independencia del presidente”, dijo Benito Berber, economista de Natixis. “Bonilla parece menos independiente”.
El respeto de Ocampo por la independencia del banco central y la regla fiscal de la nación ayudaron a apuntalar los precios de los activos colombianos en los últimos meses, dijo Juan Pablo Espinosa, vice presidente de riesgo de Protección SA, uno de los dos fondos privados de pensiones más grandes del país.
En entrevistas radiales el jueves por la mañana, Bonilla prometió mantener la independencia del banco y apegarse a la regla, que apunta a reducir el déficit presupuestario. Agregó que la nación exportadora de petróleo no necesita más contactos de exploración de crudo.
“Nosotros tenemos el compromiso de mantener la estabilidad económica, de darle esa tranquilidad al mercado, de mirar el comportamiento de la tasa da cambios”, dijo en una entrevista. “No va a haber control de precios”.
Bonilla es un economista que ha impartido clases en la Universidad Nacional de Bogotá, entre otras instituciones. También ha sido miembro del directorio de la distribuidora de gas natural Grupo Energía Bogotá SA, y más recientemente fue director del banco estatal de desarrollo Findeter.
Su nombramiento fue parte de una reorganización general de los ministros del gabinete por parte de Petro, quien asumió la presidencia en agosto. Otros cambios en el gabinete incluyen los Ministerios de Salud, Agricultura y Transporte. La ministra de Energía, Irene Vélez, cuya postura antipetróleo ha alarmado a algunos inversionistas, permanecerá en su cargo.
Como alcalde, Petro tuvo una gran rotación de personal en puestos clave, pero no tuvo grandes diferencias con Bonilla, lo que sugiere que tienen una relación cercana. En su tiempo como secretario de Hacienda de Bogotá, Bonilla fue testigo de una caída en la carga de la deuda de la ciudad, mientras que Fitch Ratings elogió el “sólido desempeño financiero” y la “política de deuda conservadora” de la ciudad.
Durante la campaña presidencial del año pasado, Bonilla dijo en una entrevista que Colombia necesitaba aumentar los ingresos fiscales para financiar simultáneamente programas sociales y reducir el déficit fiscal.
Caída del mercado
La venta masiva que comenzó cuando Petro le pidió a su gabinete que renunciara el martes por la noche, continuó el jueves. Estrategas de Citigroup rebajaron su recomendación sobre la deuda en dólares del país a neutral desde sobreponderar, ya que el nombramiento de Bonilla es una señal de que “Petro se está radicalizando”, escribieron estrategas en una nota, entre ellos Esteban Tamayo.
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“Esta es una mala noticia para los activos colombianos”, dijo Andrés Pardo, estratega de XP Investments. “Bonilla está mucho más alineado con la visión económica de Petro que con la de Ocampo”.
Ocampo dijo que permanecerá en el cargo unos días más. Está programado que el banco central celebre su próxima reunión de política monetaria este viernes, y el ministro de Hacienda saliente es un miembro de la junta con derecho a voto. Economistas de Goldman Sachs prevén ahora un alza de la tasa de 25 puntos básicos, ante el contexto político y normativo “altamente inestable”.
Petro se ha quejado de los aumentos de tasas de interés del banco central en los últimos meses. Ocampo ignoró repetidamente los deseos del presidente y votó a favor de un ajuste monetario para frenar el aumento de la inflación.