Los operadores colombianos se preparan para una apertura amarga en los mercados locales después de que la decisión del presidente, Gustavo Petro, de reemplazar al ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, de postura promercado, tomó por sorpresa a los inversionistas, y al ministro. El peso se debilitará. Goldman Sachs dice que ahora espera que mañana se observe un aumento de tasas defensiva de 25 puntos básicos.
Después de una reacción instintiva inicial que empujó al peso colombiano a una baja del 1,6% en la apertura del miércoles ante la noticia de la reorganización del gabinete, el peso comenzó a recortar pérdidas y cerró el día con una caída de solo un 0,3%. Eso se debió a la confianza en que Ocampo, un exbanquero central elegido para el cargo para calmar a los mercados tras la elección del primer presidente de izquierda de Colombia, sería reelegido.
Las reformas tributarias condicionan a los presidentes latinoamericanos
En cambio, Ocampo fue reemplazado por un aliado cercano, lo que probablemente se vea como un cambio que aumenta el riesgo de medidas financieras más heterodoxas. El nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, exjefe de Hacienda de Bogotá, estará bajo un intenso escrutinio, ya que los inversionistas quieren ver si tendrá la fuerza política para oponerse a Petro, como lo hizo Ocampo.
El pivote más inmediato para el peso es el promedio móvil a 200 días, que traspasó recientemente, en 4.619/USD. La volatilidad implícita a un mes todavía está por debajo del 17%, pero seguirá aumentando a medida que la coalición gobernante se desmorone.