El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, habló con el Gobierno de Venezuela sobre la reapertura de la frontera, lo que probablemente anuncie el final de un largo estancamiento diplomático y la reactivación del comercio entre ambos países.
Petro, quien prestará juramento el 7 de agosto dijo que planea “restablecer el pleno ejercicio de los derechos humanos en la frontera”.
La medida es el cambio diplomático más profundo planeado por Petro hasta el momento, a medida que el líder izquierdista busca rehacer la política exterior del mayor aliado estadounidense de América Latina. Los lazos diplomáticos entre ambos países se cortaron en 2019 después de que Colombia se uniera a Estados Unidos para reconocer al líder de la oposición, Juan Guaidó, como líder interino de Venezuela.
Tras victoria de Petro en las elecciones presidenciales el peso colombiano cayó
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, felicitó a Petro por los resultados, en tanto que su canciller, Carlos Faria, dijo que Venezuela buscará construir “una nueva era” en la relación poco después de que Petro resultara ganador de las elecciones presidenciales del domingo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también felicitó esta semana al presidente electo por su victoria, reafirmó su apoyo a Colombia y agradeció la oportunidad de discutir sobre seguridad y antinarcóticos.
Actualmente, el presidente colombiano, Iván Duque, tiene una relación amarga con Maduro. Los dos nunca han tenido una reunión oficial y regularmente intercambian comentarios en las redes sociales y transmisiones de televisión.
Qué tan radical será el gobierno de Gustavo Petro con la economía colombiana
La frontera de 2.200 kilómetros solía ser de gran importancia para ambas economías. Venezuela era el mayor socio comercial de Colombia después de EE.UU. y el mayor mercado de exportación para sus productos agrícolas y de manufactura.
En octubre hubo una reapertura parcial del comercio. El año pasado, Colombia exportó solo US$331 millones en bienes a Venezuela, por debajo de los US$6.100 millones en 2008.
Hasta ahora, cerca de dos millones de venezolanos han huido a Colombia buscando escapar de las dificultades económicas en casa.
El cierre de los cruces fronterizos oficiales provocó un aumento del contrabando por rutas informales controladas por el crimen organizado.
