El presidente de Perú, Martín Vizcarra, dijo que su gobierno buscará un voto de confianza en el Congreso esta semana y presionó a los legisladores opositores para que apoyen sus reformas, ya que de lo contrario disolverá el Parlamento. El mandatario convocó una sesión extraordinaria del Congreso el 19 de septiembre a fin de conseguir respaldo para su Gabinete y un referéndum sobre reformas judiciales y políticas que propuso el mes pasado a raíz de un escándalo de corrupción que involucró a jueces y fiscales.
En un discurso televisado el domingo, el presidente criticó al Congreso, controlado por el partido opositor Fuerza Popular, y dijo que tarda demasiado en aprobar la legislación y el plebiscito. La semana pasada, el partido bloqueó una votación sobre uno de los proyectos de ley en la comisión de justicia del Congreso y nueve de sus legisladores se abstuvieron. Miembros del conglomerado han reiterado que los proyectos de ley no son una prioridad y que el referéndum no se debe apresurar.
La maniobra del presidente entrega un ultimátum a la oposición. La Constitución permite al presidente disolver el Congreso y convocar elecciones parlamentarias si los legisladores votan en contra del Gabinete dos veces. Luego el entonces jefe de Gabinete Fernando Zavala perdió un voto de confianza en septiembre del año pasado.
"Hemos visto legisladores tratando de retrasar y distorsionar los proyectos de ley con modificaciones absurdas", afirmó Vizcarra. "Esperamos que no haya una repetición de lo que sucedió hace un año", advirtió refiriéndose a esa votación. Agregó que las reformas deben someterse a referéndum el 8 de diciembre para coincidir con la segunda vuelta de votación en las elecciones locales.
Último recurso
Vizcarra pretende reunirse con legisladores opositores para explicar su decisión de celebrar la votación, comentó a la prensa su jefe de Gabinete, César Villanueva. Disolver el Congreso sería "un último recurso", precisó. "Esperamos que no llegue a eso". La comisión constitucional del Congreso, encabezado por la oposición, se reunió el lunes para debatir y votar el proyecto de ley que no se aprobó la semana pasada.
Vizcarra impulsó las reformas luego de un escándalo de corrupción que involucró a jueces, políticos y empresarios y que ha puesto en crisis al sistema judicial del país. Los cambios buscan reestructurar el ente que nombra jueces y fiscales, restaurar una Cámara Alta en el Congreso y endurecer las normas de financiamiento político. Además, propuso prohibir la reelección de legisladores, una medida que fue bien recibida por muchos peruanos pero que ha provocado la ira de la oposición.
