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Agricultura

Producción de café en Perú se hunde ante efectos de la pandemia

Los agricultores luchan por hacer frente a la pandemia y la producción probablemente volverá a caer el próximo año, según el director de la Junta Nacional del Café del país.

Cosecha de café en Brasil.
Cosecha de café en Brasil. | Bloomberg

La producción de café peruano se hundirá este año mientras los agricultores luchan por hacer frente a la pandemia de coronavirus, y la producción probablemente volverá a caer el próximo año, según el director de la Junta Nacional del Café del país.

Las restricciones pandémicas han impedido a los grupos familiares que normalmente se ayudan entre sí en la recolección de cultivos. En otros casos, los productores no han podido conseguir mano de obra, y muchos trabajadores temen ir de un pueblo a otro en medio de la escasez de alimentos y el transporte limitado, dijo el gerente de la Junta, Lorenzo Castillo, en una entrevista telefónica desde Lima, donde empieza una segunda semana de su propia lucha contra el virus.

El golpe económico que inflige el coronavirus está afectando a todos los sectores de Perú, que es el mayor productor de café orgánico después de México. La economía se contrajo 30% en el segundo trimestre y 3,5% en el primero, y el Banco Mundial espera que la recesión se encuentre entre las peores de este año.

La Junta espera que la producción de café este año caiga 15% a alrededor de 4 millones de sacos, que sería la más pequeña desde 2017, y la producción probablemente volverá a caer en 2021 si continúan las condiciones actuales. Hasta junio, las exportaciones cayeron 19% respecto al año anterior a 594.000 sacos, cada uno con un peso de 60 kilogramos. En julio, se había recolectado el 90% de la cosecha de este año. Perú es el tercer productor más grande de América del Sur, después de Brasil y Colombia.

La economía de América Latina corre el riesgo de perder toda una década, y hacer que sus frágiles democracias se acerquen aún más a sus puntos de inflexión.

La pandemia ha infligido un nuevo golpe a los agricultores, y muchos no pueden permitirse el aumento de los costos laborales después de que los futuros de café arábica se desplomaran 50% desde finales de 2010, en parte debido al aumento de la producción en los importantes productores Brasil y Vietnam.

En el lado positivo, hay una buena demanda proveniente de varios segmentos del mercado doméstico donde el consumo se ha mantenido fuerte, afirma Castillo.

Si bien el Gobierno peruano creó un fondo para ayudar a la industria, el crédito solo está disponible para pequeños productores con menos de 5 hectáreas, dejando fuera la mayor parte del sector que no puede obtener financiamiento para la cosecha, dice Castillo.

Muchos pequeños productores están abandonando el café por otros cultivos como el cacao y la coca, la materia prima de la cocaína, dice. En 2012, había 425.000 hectáreas sembradas de café y la estimación más reciente es de 370.000.

“La gente ha perdido su trabajo, no tiene comida, no tiene poder adquisitivo”, asegura Castillo. “Se cayeron muchos granos, los agricultores tienen problemas para cosechar y entregar porque no pueden pagar la mano de obra. Los costos son muy altos”.