Rusia y Turquía tienen un papel crucial que desempeñar para resolver el conflicto en Siria, señaló Vladimir Putin a su homólogo Recep Tayyip Erdogan, un día después de que ambos países acordaran coordinar iniciativas militares tras la decisión de los Estados Unidos de retirar sus tropas.
En un mensaje de año nuevo a Erdogan publicado por el Kremlin el domingo, Putin comentó que "Moscú y Ankara harán una contribución decisiva a la lucha contra el terrorismo en Siria y a la promoción de un acuerdo político en ese país".
Los comentarios se conocen tras las conversaciones sobre Siria que mantuvieron los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa y los jefes de inteligencia de ambos países, que se llevaron a cabo en Moscú conforme avanzan para llenar el vacío dejado por la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de decretar una retirada militar.
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"Llegamos a un acuerdo sobre la forma en que los militares rusos y turcos en terreno seguirán coordinando sus acciones en estas nuevas condiciones, con el objetivo de derrotar de manera decisiva la amenaza terrorista en Siria", declaró a los medios el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, tras las negociaciones. Ambos países tienen una "voluntad común sacar a todos los grupos terroristas del territorio sirio", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu.
Rusia informó el sábado que fuerzas del gobierno sirio tomaron control de Manbij, una ciudad estratégica cerca de la frontera con Turquía que estuvo bajo el mando de una milicia kurda respaldada por EE.UU. antes de que Trump anunciara el retiro.
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El viernes, la coalición liderada por EE.UU. negó lo que calificó de información "incorrecta" sobre los cambios en la presencia de fuerzas militares en Manbij. El ejército turco amenazaba con una ofensiva para eliminar la presencia de combatientes kurdos YPG en la ciudad, argumentando que es una organización terrorista vinculada a separatistas dentro de sus propias fronteras.
Trump anunció el retiro el 19 de diciembre tras una conversación telefónica con Erdogan, lo que provocó la salida de su secretario de Defensa, Jim Mattis, a modo de protesta. Brett McGurk, enviado principal de la coalición liderada por EE.UU. contra el Estado Islámico, también renunció.