El presidente Vladimir Putin dijo que los contratistas militares privados tienen derecho a "impulsar sus intereses comerciales en cualquier rincón del planeta" siempre que actúen dentro de la ley rusa. El problema es que los mercenarios son ilegales bajo la ley rusa.
El respaldo del presidente a mercenarios vino en respuesta a una pregunta en su conferencia de prensa anual el jueves sobre el grupo Wagner, un sombrío contratista militar que estaría controlado por Yevgeny Prigozhin, quien es conocido como el "cocinero de Putin" porque una de sus compañías presta servicios de comida al Kremlin. Mientras que la ley rusa prohíbe a los mercenarios, las compañías de seguridad privadas pueden operar.
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Prigozhin, quien conoce a Putin desde la década de 1990, niega cualquier vínculo con Wagner, quien tiene un campo de entrenamiento en el sur de Rusia y despliega mercenarios en el este de Ucrania, Siria y partes de África. También ha sido acusado por el fiscal especial Robert Mueller de financiar, supuestamente, operaciones para interferir en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
Putin dijo que los fiscales deberían examinar las actividades de Wagner si está acusado de violar la ley rusa, y agregó que todos sus cocineros son personal militar del Servicio Federal de Seguridad. Cerca de un millón de personas están empleadas por compañías de seguridad privadas en Rusia, dijo Putin.
C. P.
