La economía más grande de América Latina finalmente brillará en medio de tasas de interés bajas récord, inflación moderada y una agenda de reformas avanzada, según Bridgewater Associates.
Brasil ha registrado un crecimiento anémico en los últimos dos años y una lenta recuperación de la recesión 2015-2016, la peor en la historia del país. Ahora, la caída en las tasas de interés —que se ubican en 4,5% frente al 14% hace solo unos años— está ayudando a impulsar la economía, con brotes verdes que comienzan a surgir en los datos de ventas minoristas y en la confianza industrial y del consumidor.
La reactivación “recién está comenzando”, escribieron los analistas Sean Macrae, David Trinh y Alexa Rozario en una nota a clientes del 31 de diciembre. Las tasas bajas no parecen estar presionando la moneda y la inflación hasta el momento tiene aproximadamente US$160.000 millones bajo administración, según Bridgewater.
Se espera la economía de Brasil se expanda 2,2% este año, el doble del pronóstico para 2019, según datos compilados por Bloomberg. Los analistas han señalado que el crecimiento es el factor que falta para traer de vuelta a los inversionistas extranjeros, que se han mantenido principalmente al margen del repunte récord de las acciones de Brasil.
Los locales han tenido más confianza. Inversionistas de Verde Asset Management a Legacy Capital dijeron a principios de este mes que las señales de una expansión más rápida en Brasil se han intensificado.
“Nuestro escenario para Brasil en 2020 prevé una aceleración del crecimiento y una inflación por debajo del objetivo”, dijo Legacy en su carta mensual a los inversionistas.