Los grandes bancos estadounidenses podrían tener que enfrentar un aumento promedio del 20% en los requisitos de capital en las próximas propuestas de normas, ya que la quiebra de varios prestamistas más pequeños este año hace más urgente la necesidad de reforzar la fortaleza financiera del sector, según el Wall Street Journal.
Los requisitos revisados podrían proponerse ya en junio, y los aumentos específicos dependerán de las actividades de los bancos, según el informe, que cita a personas que no fueron identificadas por el periódico. Las entidades con grandes operaciones de negociación serían las más afectadas, mientras que las que dependen en gran medida de los ingresos por comisiones también podrían sufrir aumentos significativos, según el informe.
Los reguladores bancarios de todo el mundo están endureciendo las normas de capital del sector para cerrar el último capítulo de su respuesta a la crisis financiera de 2008. La quiebra de varios bancos en Estados Unidos a principios de año sirvió para recordar las consecuencias de la debilidad de las entidades crediticias, mientras que las mayores empresas argumentan que normas de capital demasiado estrictas obstaculizarían el crecimiento económico.
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El sector y sus inversionistas llevan meses preparándose para los aumentos y esperan con impaciencia los detalles de la revisión. El director financiero de JPMorgan Chase & Co., Jeremy Barnum, dijo a fines del mes pasado que la empresa esperaba las propuestas sobre la implementación de las nuevas normas de Basilea “en cualquier momento”. Señaló que, aunque la empresa se opondría a las peticiones de más capital, se estaba preparando para aumentar sus requisitos.
La directora ejecutiva de Citigroup Inc., Jane Fraser, afirmó la semana pasada que su banco se abstendría de hacer cualquier cosa más allá de recompras modestas hasta tener más claridad sobre los cambios de Basilea y la revisión “holística” de los requisitos de capital por parte de la Reserva Federal.
Michael Barr, vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, ha dicho anteriormente que las autoridades estadounidenses están revisando los requisitos de capital de los bancos y se han comprometido a establecer restricciones que se ajusten a Basilea III. Barr, que asumió el cargo de máximo responsable de la supervisión bancaria de la Fed en julio de 2022 y fue uno de los artífices de la Ley Dodd-Frank de 2010, también ha señalado que es partidario de imponer restricciones más estrictas a los grandes bancos de importancia sistémica que a las instituciones más pequeñas.
La firmeza de los grandes
Los bancos más grandes han argumentado que su firmeza en las recientes turbulencias demuestra su fortaleza y que ya disponen de capital más que suficiente. Las seis mayores firmas estadounidenses han agregado más de US$200.000 millones a sus reservas de capital en la última década, y JPMorgan declaró el mes pasado que su capacidad total de absorción de pérdidas supera ahora las pérdidas por préstamos que tuvieron todos los bancos estadounidenses durante la crisis financiera.
El director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, ha sido uno de los que han criticado el aumento de los requisitos de capital, y el año pasado calificó el próximo incremento de “malo para EE.UU.” antes de un par de comparecencias ante el Congreso.
Los principales bancos estadounidenses ya están sujetos a requisitos más estrictos que sus homólogos europeos, según el Banco Central Europeo, que supervisa a los prestamistas de la eurozona. A pesar de esa desventaja, las firmas de valores estadounidenses fueron capaces de ganar participación de mercado a sus competidores europeos en años anteriores.
Sin embargo, los bancos estadounidenses que han quebrado recientemente eran empresas con balances más pequeños que los de estos prestamistas de importancia sistémica mundial.
Los bancos con al menos US$100.000 millones en activos podrían tener que cumplir con nuevos requisitos, inferiores al umbral existente de US$250.000 millones, para el que los reguladores se han reservado sus normas más estrictas, según el WSJ. La Administración Trump había flexibilizado las normas para muchos bancos regionales.
Mientras que Europa aplica las normas de Basilea a todos los bancos, EE.UU. diferencia más las reglas que aplica a los bancos grandes y pequeños. Excluyendo a los megabancos, los prestamistas de la zona euro se enfrentarían a requisitos más bajos si tuvieran su sede en EEUU, según el BCE.
Otras jurisdicciones también están trabajando en su propia aplicación de las normas definitivas de Basilea III. La Unión Europea está tratando de suavizar su versión después de que el sector advirtiera de que un enfoque estricto podría ahogar el suministro de crédito a las economías del bloque.
Qué dice Bloomberg Intelligence:
“La última pieza que queda de Basilea III, conocida informalmente como el final de Basilea III, alteraría los niveles de capital de los bancos estadounidenses a medida que los reguladores recalibren la ponderación del riesgo de los activos y restrinjan los modelos internos utilizados para calcular tanto el riesgo de crédito como el operacional”.
—Nathan Dean, analista de gobierno sénior de BI
En EE.UU., la Reserva Federal está desempeñando un papel destacado en la elaboración de la medida, junto con la Federal Deposit Insurance Corp. y la Oficina del Contralor de la Moneda, según el WSJ. Se espera que las tres agencias recaben comentarios sobre las normas de capital propuestas antes de votar para completar los cambios y, finalmente, aplicarlos en los próximos años, según el informe.
JPMorgan dijo en su día del inversionistas que, si bien las piezas finales de las normas de capital de Basilea III —que algunos inversionistas han denominado Basilea IV porque podrían ser tan extensas— pueden proponerse pronto, es poco probable que se apliquen antes de principios de 2025.
LM