Para el asediado gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, la nominación de su sucesor se somete a una votación crucial de último minuto en medio de dudas sobre la posición de los legisladores y si confirmarán su elección. Esto crea un potencial vacío de liderazgo en la isla en bancarrota.
Pedro Pierluisi, exrepresentante del Estado Libre Asociado en el Congreso de Estados Unidos, es la elección de Rosselló para secretario de Estado, la posición que sigue en la línea de sucesión. Rosselló, que dejará el cargo a las 5 de la tarde del viernes, convocó una sesión especial para el jueves en la mañana, aunque el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos "Johnny" Méndez, también del Nuevo Partido Progresista de Rosselló, djo que no hay suficientes votos para confirmar a Pierluisi.
La isla, que lleva dos años en bancarrota y todavía está en reconstrucción después del huracán María, se enfrenta a una crisis de liderazgo después de que Rosselló anunció el 24 de julio que renunciaría tras el escándalo de los mensajes de texto y las protestas masivas. Después de la divulgación de conversaciones filtradas en las que Rosselló y sus altos funcionarios se burlaban de sus rivales y puertorriqueños comunes, las manifestaciones masivas propiciaron su renuncia. No hay secretario de Estado desde que Luis Rivera Marín se retiró, debido a su participación en los chats. Después de eso, la gobernación recaería en la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, quien dijo que no quiere el trabajo.
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Kenneth McClintock, político del Nuevo Partido Progresista que anteriormente se desempeñó como secretario de Estado y presidente del Senado, dijo que es poco probable que Pierluisi pueda superar la oposición de los líderes del partido, que tiene una mayoría en ambas cámaras de la legislatura. El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, que competía por la nominación y que indicó que planea postularse para gobernador en 2020, "es un presidente del Senado muy poderoso y contará con el apoyo de la mayoría de los senadores del partido", dijo McClintock. "Fácilmente 20 de los 30 senadores podrían votar en contra de la confirmación".
Bajo presión
Pierluisi, que fue criticado por su trabajo con una junta de supervisión fiscal ordenada por el Congreso, prometió responder solo al pueblo de Puerto Rico. "Tenemos que unirnos para continuar reconstruyendo a Puerto Rico y para lograr que nuestra gente tenga las oportunidades y la calidad de vida que se merecen", dijo Pierluisi en un comunicado el miércoles. "También es indispensable restaurar la confianza de las autoridades federales y del Congreso, en donde cuento con gran respeto, y restablecer una relación productiva con la Junta de Supervisión, que se base solo en lo que le conviene a Puerto Rico y encamine el fin de su existencia".
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Los legisladores pasaban rápidamente de una sala a otra en el Capitolio mientras continuaban las negociaciones de último minuto en torno a la nominación de Pierluisi. "Tiene las cualidades para ser secretario de Estado", dijo el Representante Jorge Navarro Suárez, jefe de la Comisión de gobierno en la Cámara baja que se encarga de confirmar a los nominados, el jueves en una entrevista en el Capitolio. "Tiene contactos en Washington. Conoce a la junta".
Habían presionado a Rosselló para que nombrara a un candidato que reciba tanto la aprobación de los manifestantes como del Congreso de la isla. El nombramiento de un secretario de Estado en Puerto Rico requiere la confirmación de la mayoría tanto en el Senado como en la Cámara. El vacío de liderazgo amenaza con retrasar las negociaciones de Puerto Rico para reestructurar miles de millones de dólares de deuda y obtener ayuda federal, mientras que el Estado Libre Asociado se recupera del huracán María. El Congreso asignó unos US$42.500 millones en ayuda por desastres, pero Puerto Rico recibió solo unos US$13.600 millones, según el gobierno federal.
Relaciones
Pierluisi, de 60 años, es un abogado de práctica privada con O’Neill & Borges LLC, con sede en San Juan, que representa la junta de supervisión federal de la isla en el proceso de bancarrota de Puerto Rico. La firma de abogados facturó a la junta al menos US$4.900 por el tiempo que Pierluisi dedicó a sus casos, según documentos judiciales.
"Hay situaciones que tienen que ver con la junta de supervisión fiscal", dijo Méndez, el orador de la Cámara, durante una entrevista en WKAQ 580 el miércoles. "En una encuesta informal que se realizó, él presenta problemas en este momento".
De 2009 a 2017, Pierluisi fue miembro sin derecho a voto de la Cámara de Representantes de EE.UU., conocido como comisionado residente, y antes de eso, secretario de Justicia de Puerto Rico bajo el gobernador Pedro Rosselló, padre del gobernador saliente. Es miembro del gobernante Partido Nuevo Progresista y en la Cámara de EE.UU. se congrega con los demócratas. Pierluisi perdió ante el joven Rosselló en las primarias de gobernador en 2016.
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Como comisionado residente, fue uno de los principales defensores de la aprobación de la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de 2016 de Puerto Rico, que abrió a la isla camino hacia la bancarrota, pero también, controvertidamente, instaló la junta que algunos criticaron y calificado de colonialismo vestigial.
Los precios de la mayoría de los bonos municipales de Puerto Rico aumentaron durante la agitación de la isla en medio de la especulación del mercado de que la junta puede ganar más poder. Los bonos municipales al 8% y con vencimiento en 2035 se negociaron el miércoles a un precio promedio de 55,3 centavos por dólar, un aumento frente a los 52 centavos de principios de julio, según datos compilados por Bloomberg.
Si bien la legislatura tiene dudas sobre una nominación de Pierluisi, los titulares de bonos son más favorables. Pierluisi puede cooperar mejor en planes fiscales y la aplicación de presupuestos, escribió Howard Sitzer, analista senior de bonos municipales de CreditSights Inc., en un informe el miércoles. "Si hay alguien con el potencial de superarlo, creemos que es el candidato más atractivo", escribió Sitzer.
