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Crece la demanda de agua embotellada en Río de Janeiro por falta de agua corriente

Diversas empresas se esfuerzan por satisfacer la creciente demanda de agua embotellada de Río de Janeiro, dado que el agua de la canilla—que ya suministraba a la población un sabor desagradable— se secó de repente.

Río de Janeiro, Brasil.
Río de Janeiro, Brasil. | Pixabay

Diversas empresas se esfuerzan por satisfacer la creciente demanda de agua embotellada de Río de Janeiro, dado que el agua corriente—que ya suministraba a la población un sabor desagradable y maloliente— se secó de repente.

Las ventas de agua mineral aumentaron 50% entre diciembre y enero, según el sindicato del sector, y los planes logísticos tuvieron que ser reelaborados. Las cadenas de supermercados están considerando nuevos proveedores y aumentando las entregas a la ciudad, que ya es un mercado agitado durante el verano del hemisferio sur, cuando las temperaturas a menudo superan los 40 grados Celsius.

“Nuestras máquinas funcionan al 100%”, dijo Minalba, una de las embotelladoras de agua más grandes de Brasil, en respuesta a las preguntas. “Aumentamos los turnos para ayudar tanto como sea posible, y estamos dedicando más camiones y más personas a las entregas en Río”.

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Durante más de un mes, el agua corriente en varias partes de Río ha salido turbia, a veces marrón. Las autoridades dicen que el problema que afecta a unos nueve millones de residentes y visitantes es causado por la geosmina, un compuesto orgánico natural producido por las algas. Carbón y arcilla activados han sido agregados al agua en un intento por neutralizar su olor y sabor, sin eliminar por completo el problema.

Agua sucia y maloliente en Río renueva impulso de privatización

Las cosas empeoraron esta semana cuando también se halló detergente en el agua suministrada a la población. Cedae, la estatal de servicios públicos de agua que sirve a Río, cerró una unidad de tratamiento clave para solucionar el problema, causando escasez temporal en docenas de vecindarios y obligando a algunas escuelas a posponer el comienzo de las clases.

Cedae sostiene que es seguro beber el agua. La compañía “está monitoreando y analizando diariamente el agua distribuida en todo el sistema”, dijo en respuesta a las preguntas.

La crisis en Río proporciona munición a los llamamientos para la privatización de los activos de saneamiento en todo Brasil, una tarea que ha eludido a Gobiernos anteriores debido a la oposición de sindicatos y políticos que a menudo otorgan cargos a aliados en empresas estatales. Cerca de 100 millones de brasileños actualmente no tienen acceso a la recolección de aguas residuales, un problema con efectos a largo plazo. La investigación ha relacionado la epidemia del virus del zika de 2018, que tendrá efectos no deseados en el gasto en atención médica durante décadas, con un saneamiento deficiente.

Un proyecto de ley que cambia el marco legal del sector, considerado crucial para atraer inversiones y mejorar los servicios, se espera que sea aprobado este año después de años de vaivén en el Congreso. Sin embargo, la venta de Cedae no depende de los legisladores: El gobierno de Río se comprometió a privatizarlo en 2017 como parte de un acuerdo para un préstamo de rescate federal.

En toda la industria, las ventas de botellas de 20 litros aumentaron 150% entre diciembre y enero, mientras que las de botellas más pequeñas y desechables han aumentado 50% en promedio

El carnaval

Los embotelladores de agua esperan que la demanda continúe subiendo a medida que lleguen los turistas a una de las ciudades más grandes de Brasil para las festividades de carnaval a fines de este mes. Minalba dice que sus ventas ya han aumentado 30% en comparación con el mismo período del año pasado.

En toda la industria, las ventas de botellas de 20 litros aumentaron 150% entre diciembre y enero, mientras que las de botellas más pequeñas y desechables han aumentado 50% en promedio.

Pouso Alto, un embotellador de agua con sede en Minas Gerais que abastece a más de diez estados en Brasil, suspendió temporalmente las ventas a varios lugares y está redirigiendo su producción a Río en medio de lo que describió como una demanda sin precedentes.

La empresa estaba trabajando con 35% de capacidad disponible hasta diciembre. Las entregas diarias de camiones se duplicaron a 14, y la fábrica se adaptó para enfocar la producción en botellas de 1,5 litros, las más requeridas por los clientes.