Hay un límite a lo que se puede hacer para que la producción de petróleo y gas sea más limpia.
Este fue un punto clave cuando Royal Dutch Shell Plc’s decidió establecer objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no solo de sus propias operaciones, sino también de los productos que vende y que son consumidos por otros. Hasta ahora, es la única petrolera en hacer esto.
La mayor compañía petrolera de Europa ha dicho que planea reducir su huella de carbono neta a la mitad para 2050. Agregó el año pasado, en una reversión notable tras la presión de los inversionistas activistas, que establecería objetivos a corto plazo cada año hasta llegar al objetivo final.
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"Desde luego, aceptamos la mejora operativa, pero debemos tener en cuenta que hay un límite para lo que se puede hacer", dijo el director de Tecnología y Proyectos de Shell, Harry Brekelmans, en una entrevista en Oslo el jueves. "Centrémonos en donde podemos marcar una diferencia, que es más en el área de productos".
La mayoría de las petroleras más grandes de Europa, como Total SA, BP Plc y Equinor ASA, están incrementando sus inversiones en energía renovable y expresando su apoyo al Acuerdo de París para combatir el cambio climático. Pero Shell y Total son las únicas hasta ahora que han incluido las llamadas emisiones de alcance tres -las indirectas como las que producen los usuarios finales- en sus objetivos e informes.
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Sólo 15 por ciento de la intensidad de carbono, medida en gramos de dióxido de carbono por megajulio, proviene de la producción, la refinación y la energía suministrada a estas operaciones por otros, dijo Brekelmans.
Es por eso que la mayor parte del esfuerzo para reducir la huella de carbono de la compañía se realizará a través de la adición de generación de energía renovable, la producción de combustibles alternativos como biocombustibles o hidrógeno, la carga de electricidad, pero también un aumento en la proporción de gas natural a expensas de petróleo, dijo Brekelmans.
