El presidente Donald Trump dijo que conoce el estado de salud del líder norcoreano, Kim Jong Un, y sugirió que el mundo sabría más detalles “en un futuro no muy lejano”, pero se negó a decir más al respecto.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca el lunes, Trump dijo que no podía “hablar en detalle” del estado de salud de Kim, y luego agregó que tenía una “muy buena idea” sobre su condición.
“Pero no puedo hablar de eso ahora”, dijo Trump. “Solo le deseo lo mejor”.
La especulación sobre la salud del líder norcoreano de 36 años se intensificó después de que el sitio de noticias Daily NK, con sede en Seúl, informara el 20 de abril que se estaba recuperando de una cirugía, citando a una persona no identificada dentro del país.
Medios de comunicación de EE.UU. informaron posteriormente que funcionarios de inteligencia estadounidenses habían sido informados que Kim estaba en estado crítico tras una cirugía cardiovascular.
Los comentarios del presidente de EE.UU. señalarían que cree que Kim está vivo.
La semana pasada, Trump dijo que pensaba que los informes de que Kim estaba en estado grave eran inexactos y posiblemente basados en “documentos antiguos”.
El Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur dijo el jueves pasado que no habían observado movimientos inusuales en Corea del Norte, y la portavoz del Ministerio de Unificación, Cho Hyesil, reiteró esta aseveración en una conferencia de prensa el lunes.
Parece que las preguntas continuarán circulando hasta que el líder norcoreano, un gran fumador que ha ganado un peso considerable desde que asumió el poder en 2011, vuelva a aparecer. Kim desapareció de manera similar de los medios estatales durante seis semanas en 2014, lo que provocó especulaciones de que se había marginado por gota, una lesión en el tobillo o incluso que había sido derrocado en un golpe. Posteriormente apareció caminando con un bastón durante una visita a un nuevo bloque residencial.
“Nadie sabe dónde está”, dijo Trump el lunes.
El episodio renueva las preguntas de larga data sobre la estabilidad de un régimen basado en la autoridad de puño de hierro y el culto a la personalidad que rodea a Kim, que no tiene un sucesor conocido. Los problemas de salud han sido una ocurrencia común a lo largo de los años, y la condición médica del líder es un tema estrechamente protegido en uno de los Estados más secretos del mundo.
El nombre de su hermana menor Kim Yo Jong -sucesora potencial- fue tendencia en EE.UU.
Cualquier cambio de liderazgo en Corea del Norte podría potenciar la amenaza de inestabilidad en la frontera con China y generar dudas sobre el control del arsenal nuclear en expansión del país. Kim también ha sido central en los infructuosos esfuerzos de Trump (hasta ahora) para lograr que reduzca su arsenal de armas.
“He tenido una muy buena relación con Kim Jong Un”, dijo Trump el lunes.