El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que está dispuesto a dejar que el plazo del 1 de marzo para incrementar los aranceles sobre los productos chinos pase sin penalización si las dos partes están cerca de lograr un acuerdo. Con esta medida, el mandatario envía una señal conciliadora mientras continúan las negociaciones para resolver una guerra comercial entre ambos países.
"Si estamos cerca de alcanzar un acuerdo que sea real y que se pueda concretar, podría dejar pasar esa fecha", declaró Trump a la prensa durante una reunión del gabinete el martes. "Pero en términos generales no me siento inclinado" a retrasar el aumento de las tarifas, agregó.
Los negociadores de las dos economías más grandes del mundo comenzaron su última ronda de conversaciones esta semana antes de la fecha límite del 1 de marzo, en la que Estados Unidos pretende imponer aranceles adicionales a los productos chinos. Trump ha amenazado con duplicar con creces la tasa de aranceles sobre US$200.000 millones en importaciones chinas.
Los funcionarios de nivel medio comenzaron las discusiones el lunes en preparación para dos días de conversaciones a partir del jueves con la participación del representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el viceprimer ministro chino, Liu He. Lighthizer y Mnuchin fueron vistos llegando a un hotel de Pekín el martes.
Los ayudantes de Trump dicen que las conversaciones de esta semana son importantes, ya que deben demostrar un progreso creíble tanto para el presidente como para los mercados financieros. Los funcionarios estadounidenses están presionando a China para que deje de robar la propiedad intelectual de las compañías estadounidenses y se comprometa con reformas más profundas a un modelo económico impulsado por el Estado que, según dicen, perjudica a los competidores estadounidenses.
Una de las promesas económicas más persistentes de Donald Trump ha sido reescribir la relación de Estados Unidos con China. Sin embargo, a medida que se acerca a un posible acuerdo, algunos de los mismos halcones que han alentado la guerra comercial del presidente ya temen que pueda quedarse corto.
Con menos de un mes antes de la fecha límite del 1 de marzo para llegar a un acuerdo o de lo contrario a un aumento en los aranceles por parte de EE.UU., los partidarios dentro y fuera de la administración expresaron su preocupación de que el presidente chino, Xi Jinping, haya derrotado a Trump y lo haya seducido con promesas vacías.