El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves al fiscal general, Jeff Sessions, que los traficantes del opiáceo fentanilo deberían ser condenados y sentenciados a muerte, según dos personas conocedoras del tema.
Sessions se reunió con Trump en la Casa Blanca para discutir una reforma a las sentencias penales, después de que el mandatario criticara nuevamente al fiscal en una entrevista con Fox News. La reunión fue cordial y ambos acordaron postergar una reforma al sistema judicial hasta después de las elecciones legislativas, dijo una de las personas.
En la reunión también participaron varios funcionarios de gobierno, incluida Kellyanne Conway, quien supervisa la respuesta de la Casa Blanca a la crisis de opiáceos, y el consejero sénior, Jared Kushner.
No es la primera vez que Trump ha contemplado la idea de sentenciar a muerte a los traficantes de drogas. Politico informó en marzo que la propuesta sería incluida en el plan previsto de la Casa Blanca en respuesta a la crisis de opiáceos.
Bajo una ley firmada por el expresidente Bill Clinton, quienes son detenidos con grandes cantidades de drogas o ganan grandes sumas de dinero con su venta ya pueden ser sentenciados a muerte. Pero los fiscales no han pedido nunca una sentencia de este tipo, ante el temor de que pueda ser considerada inconstitucional, reportó Politico.
El fentanilo es uno de los narcóticos más peligrosos y rentables del mundo. Es tan poderoso que ha sido estudiado como un arma química, informó Bloomberg Businessweek en mayo. La droga mata a más personas que cualquier otro opiáceo, incluida la heroína, porque puede llevar fácilmente a una sobredosis.
La droga y sus similares provocaron la muerte de unos 29.000 estadounidenses en 2017, según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos.